Barcelona
El Govern denunciará a Adif tras una nueva avería en la red de Cercanías
Es una de las polémicas más habituales de los últimos años, y que habitualmente forma parte del argumentario independentista. Son las numerosas y constantes incidencias en la red de Cercanías de Renfe de Barcelona, y ayer no fue la excepción. Una avería mecánica en un tren de la línea R16 provocó la interrupción de la circulación de trenes entre Calafell y Sant Vicenç de Calders, y retrasos.
Ante la enésima avería, la Generalitat volvió a reaccionar de forma airada. El conseller de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, pidió el «traspaso» de los trenes, vías, y estaciones de Cercanías. Desde luego no es la primera vez que desde la Generalitat, especialmente en los últimos años, se pide este cambio de competencias.
Más tarde, Rull fue más allá y anunció que presentará «con los ayuntamientos de Cataluña» un contencioso administrativo contra el gestor Adif ante la Audiencia Nacional por el estado de la red ferroviaria catalana.
Rull aseguró, a través de Twitter, que el Govern quiere el traspaso de estas infraestructuras. «Queremos ser responsables de nuestras decisiones, no rehenes de las de decisiones de los demás», dijo. En 2009, cuando en la Generalitat mandaba el tripartito, se consiguió el la transferencia de algunos servicios de Cercanías, aunque ni mucho menos de todo el servicio. Era un mandato derivado del Estatuto catalán. Han pasado siete años y ahora el gobierno catalán quiere más.
Rull afirmó que el tren que se averió en Sant Vicenç de Calders tiene más de 30 años, y que «no es el adecuado para realizar recorridos largos», como en este caso, que cubría la ruta Barcelona–Valencia.
Lamentó las incidencias que causó la avería de este tren de la serie 470, que fue construido entre 1975 y 1985 y que es «de los más antiguos que tiene Renfe».
El convoy, que salió a las 9.13 horas de la estación de Francia de Barcelona, sufrió una avería mecánica , y quedó detenido en la vía, lo que obligó a interrumpir temporalmente la circulación ferroviaria de la línea R16. La incidencia, además, provocó retrasos de más de 45 minutos en las líneas R2 sur, R13, R14, R15 y R16.
Renfe envió a la zona un tren vacío para poder transbordar a los pasajeros mediante pasarelas, aunque algunos viajeros salieron al exterior, y caminaron por las vías para llegar al convoy de repuesto, ya que se quejaban del calor que hacía dentro del tren estropeado. El problema no es esta nueva incidencia, sino que llueve sobre mojado desde hace tiempo.
Durante este verano casi ni ha sido novedad que haya incidencias en las líneas de cercanías. Y las quejas normalmente se han dirigido hacia la falta de información, hecho muy habitual en estos casos, la falta de refrigeración en los convoyes y, evidentemente, por las numerosos retrasos.
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