El PP se abre a romper la disciplina de voto por la financiación singular

Jamás el PP catalán llegó tan lejos como ayer en defensa de un modelo de financiación singular para Cataluña. Un día después de instar a los barones territoriales del PP a no torpedear sus propuestas, Alicia Sánchez-Camacho dio un paso más allá asegurando que no descarta romper la disciplina de voto dentro de su partido para alumbrar un modelo que permita a Cataluña tener un sistema de recursos diferente al de las otras autonomías de régimen común. «Lo puedo tener en valoración y, sin duda, será una de las cosas que podríamos considerar», dijo en una entrevista en Catalunya Ràdio.

Sánchez-Camacho quiso demostrar de esta manera que su apuesta por una modelo específico para Cataluña no es simple palabrería, sino que es un compromiso completamente determinado. A la dirigente popular le parece un despropósito que en Cataluña exista una presión fiscal más alta que en otras autonomías receptoras de la solidaridad interterritorial y así lo expuso: «Tenemos unas características propias, en las que la ordinalidad hace que las comunidades autónomas receptoras de estos recursos no tengan la posibilidad de pagar menos impuestos que los que aportamos recursos. Nosotros tenemos unos impuestos más altos que los que los reciben y esto no es admisible».

La vigencia del modelo

Cabe recordar que el nuevo modelo de financiación debe entrar en vigor el próximo año y que, por tanto, debe negociarse en los próximos meses. Los populares catalanes están decididos a jugar a fondo esta partida para demostrar que son capaces de posibilitar verdaderos avances en el autogobierno de Cataluña, a diferencia de la CiU de hoy en día, empeñada en convocar una consulta soberanista cuya celebración es una verdadera incógnita en estos momentos.

Entre las propuestas que Sánchez-Camacho piensa poner sobre la mesa para remodelar el sistema de financiación está la inclusión de las cotizaciones sociales y de los límites a la solidaridad respecto a otras comunidades autónomas.

La presidenta del PP catalán no pretende que Cataluña salga del régimen común de financiación de las comunidades autónomas, sino que la Generalitat tenga un trato específico al igual que lo tiene, por ejemplo, el gobierno canario.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, siempre ha mostrado su disposición a entrar al trapo de esta discusión y así se lo ha trasladado al presidente de la Generalitat, Artur Mas. Sin embargo, lo que no acepta Rajoy es un pacto fiscal para Cataluña en la línea del concierto vasco o del convenio navarro, ya que, argumenta, este modelo no tiene cabida constitucional.

Hasta el momento, el Govern de CiU no ha ofrecido muchas pistas sobre lo que piensa defender en el grupo de trabajo que creará el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro. Mas ha comentado en alguna ocasión que no renuncia al pacto fiscal, aunque también ha subrayado que esto no significaría en ningún caso renunciar a la consulta soberanista.