Tercera reprobación a Colau

A un año de las elecciones, el resto de partidos condena la «inseguridad» y el deterioro de la ciudad.

A falta de algo menos de un año para las elecciones municipales, a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se le comienza a agrietar el relato. Sobrevivió a sus dos primeros años de legislatura haciendo gala de unas dotes insospechadas como equilibrista. No obstante, todas aquellas señales de alerta que golpeaban la puerta de la alcaldesa se están convirtiendo en realidades, con el «top manta», el incivismo y los «narcopisos» como punta de asta, que ayer cristalizaron en forma de comisión extraordinaria de seguridad.

Así mientras la alcaldesa seguía de vacaciones, el resto de líderes municipales se tomaron un descanso para denunciar la «incompetencia» e «inacción» del Gobierno de Colau. El PDeCAT, Ciudadanos, ERC y el PSC pidieron conjuntamente la comisión para condenar el «deterioro que vive Barcelona». El PP se sumó pero poniendo sobre la mesa que la culpa no es exclusivamente de la alcaldesa, ya que la ausencia de la Generalitat y, por extensión, de los Mossos en Barcelona es notable. A meses de los próximos comicios, sin embargo, el independentismo tiene sus ojos puestos en la capital de Cataluña, por lo que las concesiones, aunque sea en una materia tan sensible como la seguridad, van a ser escasas y Colau es un cuerpo extraño para sus aspiraciones.

La convocatoria de la comisión se hizo el lunes, tras un fin de semana en que el Raval hubo al menos tres peleas en la calle y días después del ataque por parte de un grupo de manteros a un turista estadounidense.

«Desgobierno»

Así, la comisión, además de servir en bandeja la tercera reprobación de la alcaldesa en escasos meses, evidenció la tremenda soledad del Gobierno municipal, con apenas once de los 41 concejales. Tomó la palabra el concejal del PDeCAT Raimon Blasi, quien afirmó que en Barcelona «hay una situación creciente de desgobierno» por la «incompetencia manifiesta» de la alcaldesa, además de su falta de liderazgo. En la misma línea, el presidente de ERC, Alfred Bosch, advirtió de que «si no vamos con cuidado, Barcelona se convertirá en la “narcocapital” de Europa», y pidió la dimisión de Colau como responsable de Seguridad. A su vez, el presidente del PP municipal, Alberto Fernández, afirmó que «la inseguridad no hace vacaciones» y acusó al Gobierno de la ciudad de «permisividad» y de fracasar en sus políticas de seguridad. También responsabilizó de la situación en Barcelona el gobierno de la Generalitat. También cargó contra la alcaldesa la presidenta de Ciudadanos, Carina Mejías. Afirmó que «no estamos ante una mala gestión, sino ante una no gestión» en materia de seguridad y de lucha contra el incivismo.

La alcaldesa accidental, Laia Ortiz, compareció acompañada del concejal de Presidencia, Eloi Badia, el teniente de alcalde de Derechos de Ciudadanía, Participación y Transparencia, Jaume Asens, la concejala de Ciutat Vella, Gala Pin, y el comisionado de Seguridad, Amadeu Recasens.

Ortiz acusó a los grupos de querer desgastar al gobierno municipal, sin hacer ninguna propuesta concreta. «Ustedes se han unido contra Barcelona. Esto es un todos contra la alcaldesa Colau», apuntó. Ortiz, quien fue especialmente crítica con los grupos de izquierdas, afirmó que «esto no va de mejorar la ciudad, sino de desgastar al Gobierno y venir aquí a mojar pan».

La CUP, que hasta ahora no se había pronunciado sobre la sesión extraordinaria, anunció a primera hora que no asistiría. Los «cupaires» denunciaron que «la oposición evita sistemáticamente poner el foco allí donde radica el origen del problema». Es decir, en el turismo descontrolado en lugar de los manteros.