El desafío independentista
Mas concluye que España aún no ha superado la Guerra Civil
El president dice que sin «esos demonios» no habría problema para celebrar la consulta, aunque da por segura su convocatoria
BARCELONA- Artur Mas inició ayer el año político en Cataluña de la misma manera que acabó el pasado, abanderando la consulta independentista y defendiéndola a capa y espada pese a las críticas que suscita por fracturar a la sociedad catalana. «Lo que provoca una ruptura de la convivencia es no poder votar», dijo Mas en una réplica al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. No acabó aquí su tesis. «Si España hubiera superado sus demonios de entonces, la consulta sería perfectamente posible», añadió.
El president compareció en la sala de prensa del Palau de la Generalitat ante un inédito fondo de color azul –asociado tradicionalmente a la confianza– con una tonalidad eléctrica. Es el color corporativo que Mas ha escogido en este «año de conmemoraciones y simbolismos». A pesar de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha garantizado con toda rotundidad que «la consulta no se va a celebrar», Mas sostuvo lo contrario. «Espero que se entienda que cuando un pueblo quiere votar no hay manera de evitarlo», dijo el president, que se comprometió a convocar la consulta «dentro de algún marco legal». «Si España hubiera superado sus demonios de hace tiempo, la consulta sería perfectamente posible», criticó el líder nacionalista.
Una de las dudas que suscita esta votación es cómo logrará el Govern un censo electoral (competencia estatal), sobre todo después de que el PP haya advertido de que sus ayuntamientos no colaborarán ofreciendo datos de sus padrones. «Eso sería una ilegalidad como una catedral», dijo.
Mas enumeró siete grandes ejes que pretende impulsar a lo largo de este año. El primero, por supuesto, la consulta, la cual impulsará gobernando solo o en compañía. Después de fracasar varias veces en su proyecto de gobernar en coalición junto a ERC, el president, que ha cogido aire tras pactar la pregunta de la consulta, dice ahora que no tiene «una posición definida al ciento por ciento». «Me lo voy a tomar sin prisas. Al principio de la legislatura pensaba que era mejor un gobierno de coalición. Es una opción que no he descartado, pero debo decir que el Govern se siente fuerte», aseguró.
«Cambio de rasante»
El giro del líder nacionalista se puede interpretar de dos maneras. La primera es que sus conversaciones con Junqueras no fructifican y Mas ha decidido disfrazar su incapacidad para atraer a ERC. La segunda es que confía en rentabilizar, al fin, el proyecto de consulta después de que, hasta ahora, sólo se haya beneficiado Esquerra, según las encuestas.
Esta segunda lectura enlaza con lo que Mas denomina «un cambio de rasante». El president auguró que en 2014 no únicamente se reducirá la tasa de paro (un dato que va a la baja, entre otros motivos, porque hay desempleados que ya no se registran tras agotar su subsidio), sino que se producirá una creación neta de empleo.
Artur Mas. Presidente de la Generalitat
«Estamos entrando en un cambio de rasante y dejamos atrás una etapa
«Si una idea de cómo debe ser un país rompe una familia significa que esa familia ya estaba rota»
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