Barcelona

Ortega endurece las condiciones para celebrar la consulta soberanista

La vicepresidenta defiende que la participación roce el 70%, tal y como ocurrió en las últimas autonómicas. Insiste en hacer las cosas «muy bien» y pactar con el Gobierno

La vicepresi- denta del Govern, Joana Ortega, en una reunión del Consell Executiu
La vicepresi- denta del Govern, Joana Ortega, en una reunión del Consell Executiularazon

Nadie está en condiciones de asegurar que la consulta soberanista que promueve el Govern de CiU con el apoyo de ERC se acabe celebrando, pero los dirigentes de Unió Democràtica no están dispuestos a dar respaldo a la idea de que se convoque «sí o sí», como un día dijo Artur Mas. La vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, abogó ayer por «hacer las cosas muy bien» y pidió en este sentido dos condiciones: insistir en el diálogo con el Gobierno para pactar la consulta y situar un techo alto de participación. Ortega no tuvo inconveniente en concretar este listón, ya que tomó como referencia el de las últimas elecciones autonómicas, cuando se alcanzó el récord de afluencia a las urnas (67,76 por ciento).

La vicepresidenta subrayó, en declaraciones al canal 3/24, que el proyecto de referéndum que promueve el Govern supone tomar «una de las decisiones más importantes que se han tomado en Cataluña en los últimos años» y, por tanto, no cabe dar validez a la consulta si la mayoría de ciudadanos da la espalda a las urnas. Dijo que, por ejemplo, con una participación del 30 por ciento, la consulta debería repetirse más adelante.

Preguntada por el porcentaje de votos favorables a la independencia que debería bastar para dar por bueno el resultado, Ortega fue más ambigua: «Debería ser suficientemente claro para no romper la cohesión del país y para que nadie pueda desvirtuar el resultado».

En todo caso, el primer paso es dar cobertura legal al proceso mediante las conversaciones con el Gobierno, las cuales, de momento, no va por buen camino. «Los gestos del Estado a Cataluña no presuponen que el diálogo vaya en buena dirección», admitió Ortega.

La posibilidad de que la Generalitat, empujada por ERC, acabe renunciando al diálogo con el Gobierno y tire adelante la consulta a la brava sigue sobre la mesa. Con el objetivo de ahuyentar esta idea, el primer secretario del PSC, Pere Navarro, apostó por lanzar un mensaje unánime a Mas. «Lo que tenemos que pedirle es que vaya a hablar con el presidente del Gobierno, que éste escuche y que se pueda producir una consulta legal y acordada», dijo Navarro. «Lo que no se puede hacer es engañar indefinidamente a la gente y decir a los ciudadanos que se pueden hacer cosas ilegales», añadió.

El líder del PSC se mostró muy crítico con el rumbo del Govern de Mas por su gran «parálisis» y porque, a la vez, el presidente de la Generalitat está produciendo su suicidio político y está arrastrando con él a su partido y su país».

Críticas contra Llanos de Luna

La decisión de la delegación del Gobierno, dirigida por Llanos de Luna, de interponer un contencioso contra el ayuntamiento de Vic por declarar su «soberanía fiscal» para abonar sus impuestos a la hacienda catalana fue criticada con dureza por Joana Ortega, que censuró su obsesión por «herir la sensibilidad de los catalanes»