Pendientes de la CUP en campaña

La CUP no se presenta a estas elecciones generales, pero la formación anticapitalista aparece casi a diario en los actos de campaña. Al fin y al cabo, la gobernabilidad de Cataluña está en sus manos y los partidos catalanes le dirigen mensajes casi a diario. Pero hay otro motivo que provoca las continuas alusiones a la CUP y es la bolsa de 337.794 votos que obtuvo en las pasadas elecciones catalanas y que los partidos también se disputan.

Ambos factores justifican que la CUP esté presente casi cada día en campaña. El candidato de Democràcia i Llibertat –la marca que oculta las siglas de Convergència–, Francesc Homs, ya abrió fuego contra la CUP el pasado lunes cuando afirmó que Cataluña sería «pobre y pelada» si sus ideas fueran mayoritarias en Cataluña. Ayer volvió a la carga en la presentación de la Agencia Tributaria que quiere implantar en Cataluña. Según dijo, la Hacienda propia será posible «en la medida que haya un Govern que lo pueda llevar a cabo».

Así trató de vencer las resistencias que todavía ofrece la CUP en la negociación para investir a Artur Mas. Pero de paso intentó pescar algún voto entre los seguidores del partido rupturista. «Lo más revolucionario hoy en día es defender la hacienda propia», aseguró, ya que es «la única garantía» para la supervivencia del Estado del Bienestar catalán.

Los candidatos del PP por Barcelona, Jorge Fernández Díaz, y de Unió Democràtica, Josep Antoni Duran Lleida, también se acordaron de CUP pero en otro sentido. El ministro del Interior expresó su deseo de que la Generalitat no acabe secuestrada por la CUP, a quien definió como «el referente más claro del chavismo (el régimen venezolano». «La CUP tiene unos vínculos con el régimen del señor Maduro, con el chavismo, que son evidentes y estoy seguro que no se alegrarán», dijo Fernández Díaz sobre la victoria de la oposición en las recientes legislativas.

Duran, por su parte, acusó a Junts pel Sí (CDC y ERC) de «hipotecar el futuro de Cataluña» al haber escogido a la CUP como único socio posible para gobernar Cataluña. Recordó, en este sentido, que CDC ya ha hecho «algo terrible con la CUP» como fue aprobar en el Parlament una declaración de ruptura que supone la «desconexión» de Europa.

El líder democristiano subrayó que «la declaración de desconexión» proyecta una «inseguridad económica y política que perjudica» a Cataluña. «No queremos un país pobre y pelado. Queremos un país donde la gente se pueda ganar la vida», afirmó Duran Lleida, tras afear a sus antiguos socios que hayan pactado con la CUP una declaración «que dice que solo se van a cumplir ciertas leyes e introduce inseguridad jurídica».

Propuestas en el ámbito fiscal

Mientras CDC presentó su ya conocida apuesta por una Hacienda propia, Unió detalló ayer su propuesta en materia fiscal. Propone gravar «grandes fortunas y grandes patrimonios» y defiende la supresión del impuesto de sucesiones y el de patrimonio, así como rebajar el IRPF, de forma que el máximo pase del 45% al 42 % y el mínimo del 19» al 15 %, para evitar así una fiscalidad que cree castiga en exceso a las clases medias.