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Reivindicación del fotoperiodismo

Por la cámara de Horacio Seguí han pasado las estrellas del deporte y de la música, así como momentos de nuestra historia reciente. Un libro recorre ahora su larga trayectoria

Horacio Seguí
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Ante la cámara de Horacio Seguí han pasado algunos de esos goles míticos del Barça de Cruyff, así como buena parte de la vida cultural y social catalana, con el nacimiento de fenómenos musicales como Serrat o Julio Iglesias, pasando por la llegada de Josep Tarradellas a Cataluña.

Ante la cámara de Horacio Seguí han pasado algunos de esos goles míticos del Barça de Cruyff, así como buena parte de la vida cultural y social catalana, con el nacimiento de fenómenos musicales como Serrat o Julio Iglesias, pasando por la llegada de Josep Tarradellas a Cataluña. Es la suya una de las miradas del siglo, aunque no ha sido tan reconocida como debería ser. Ahora un libro, firmado por el periodista Toni Vall, le hace merecida justicia. Se trata de «La meva vida en un “clic”», publicado por Base, donde Seguí hace repaso de su carrera, además de mostrar una parte de sus mejores fotografías, algunas ya icónicas.

En declaraciones a este diario, Seguí aseguró que le gusta definirse como «periodista gráfico. Es lo que he sido, aunque nunca hemos sido reconocidos a diferencia de lo que pasa con los periodistas que escriben. A nosotros nos pagaban por fotografía publicada, pero por el resto de imágenes no nos daban nada. A los fotógrafos se nos veía como a unos intrusos, pero gracias a la ley de propiedad intelectual, que nosotros promovimos con nuestras protestas, todo esto cambió».

Toni Vall, siempre amigo de encontrar esas pequeñas grandes historias que han quedado injustamente olvidadas, le fascinó la obra de Seguí. «Había hecho el servicio militar con mi padre. No era consciente de la magnitud de su legado, aunque sí sabía que había fotografiado mucho al Barça», apuntó el periodista. Vall se ha enfrentado un reto porque «han existido proyectos no han fructiferado para explicar más de medio siglo trabajando detrás de la cámara». En el libro encontramos todo eso seguido de imágenes como la de un jovencísimo Elton John cantando en el festival de San Remo de 1968, Serrat demostrando su habilidad futbolística con la camiseta azulgrana, Los Salvajes posando divertidos ante los espejos cóncavos del Tibidabo o los Beatles actuando en su histórico concierto barcelonés de 1965.

«A mí no me interesaba la fotografía artística sino la de interés periodístico, la que sirve para captar un momento. Esa es la fotografía que se aproxima a la verdad», confiesa Seguí. En este sentido, Vall recuerda que el fotógrafo «aprendió el oficio solo y ha hecho una barbaridad. Es impresionante su capacidad de trabajo, moviéndose solo porque ha sido totalmente libre».

Esa libertad es la que le facilitó moverse por la mayoría de campos de fútbol de toda España siguiendo al Barça, equipo del que fue fotógrafo oficial durante cuatro años. «Nunca he necesitado un carnet para trabajar. Tampoco he pensado en el dinero sino en lo que podía hacer fotográficamente», subraya Seguí, cuya obra puede degustarse ahora en este completo libro.