Trias gasta 19.000 euros en un rótulo para complacer al soberanismo

BARCELONA- Cuando el entonces alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, inauguró a finales de febrero de 2011 la restitución del monumento de las cuatro columnas de Josep Puig i Cadafalch en la montaña de Montjuïc, ofreció el lugar al presidente de la Generalitat, Artur Mas, para las conmemoraciones de la Diada. Pero ni aquel 11 de septiembre, ni el del año siguiente, el monumento de la plaza Marqués de Foronda fue el lugar escogido por el Govern para celebrar la efeméride porque prefiere el marco del Parlament, ni tampoco se ha convertido en centro de peregrinación independentista en la citada fecha. Los soberanistas no han cambiado el ambiente recogido del Fossar de les Moreres por la dureza de la plaza de Montjuïc para festejar la Diada.

El conjunto escultórico tiene fuerza visual, pero hasta hace pocas semanas estaba incompleto, según el acuerdo con los promotores de su restitución, la red de entidades cívicas y culturales de los países catalanes por los derechos y las libertades nacionales. Y el actual alcalde de la ciudad, Xavier Trias, ha gastado 18.769,10 en completarlo.

El dinero ha ido a parar a la elaboración de una inscripción sobre la base de una de las cuatro columnas en la que ahora se puede leer «Monumento nacional de homenaje a los hombres y mujeres patriotas catalanes de todos los tiempos».

Segunda inscripción

El Ayuntamiento barcelonés apostó por realizar el rótulo sobre una placa de piedra artifical con las 71 letras de la frase en catalán elaboradas en bronce, fijadas con hormigón y con un revestimiento antigrafitis. Se trata del mismo método utilizado para otra inscripción que está en la base de otras de las columnas, y que en este caso está hecha desde que se inauguró el monumento. «Restitución, como acto de justicia histórica, de las cuatro columnas derribadas por la dictadura el año 1928 por su carácter de símbolo de Cataluña 1919-2010», está escrito con letras en bronce en la base de la columna.

El PP denuncia que el Consistorio encabezado por Trias aprobara realizar la nueva inscripción y el gasto que conlleva para complacer a los soberanistas. Además, recuerda la inversión que significó restituir el monumento que Barcelona levantó en 1919 y fue dinamitado en 1928 por orden de la dictudura de Primo de Rivera. Levantar las cuatro columnas de nuevo, tras un largo debate sobre su ubicación, supuso una inversión de dos millones. Las obras para volver a poner en Montjuïc las cuatro columnas, metáfora de las barras de la senyera, se adjudicaron en 2009 y se prolongaron hasta diciembre de 2010, para ser inaugurado oficialmente el conjunto dos meses después.

Uno de los momentos en que ha sido utilizado el monumento potenciando toda la fuerza de su simbología fue en la campaña de las elecciones municipales. Entonces, el candidato de CiU a la alcaldía apostó por realizar un gran acto en el que ensalzó la necesidad de mantener la fuerza de Barcelona en un mundo cada vez más globalizado.

El Ayuntamiento justifica la colocación del rótulo porque «en cumplimiento de los compromisos tomados con las entidades promotoras de la recontrucción de las cuatro columnas de Puig i Cadafalch es necesario añadir a una de las bases una inscripción adicional».

Cuando se inauguró la restitución, la red de entidades cívicas y culturales de los países catalanes defendió que las cuatro columnas formaban parte de un proyecto más amplio para «escribir» en Montjuïc «un manifiesto de piedra y arquitectura». Apuntaron que las columnas fueron levantadas en 1919 en una zona de la ciudad «estigmatizada» por la presencia del cementerio y del castillo militar, y donde tan sólo las fuentes y los bailes populares atraían a las clases trabajadoras.

El PSC vetó la inscripción

¿Por qué hay dos inscripciones en sendas columnas del conjunto escultórico? La respuesta tiene que ver con la polémica que acompañó a la restitución del monumento de las cuatro columnas de Puig i Cadafalch, que empezó con la propia ubicación de las columnas y acabó a pocos días de inaugurar el monumento con la inscripción en la base de una columna. Los socialistas vetaron la inscripción de los promotores que ahora ha puesto Trias al entender que se trataba de un texto demasiado reivindicativo. Entonces optaron por colocar el rótulo que habla de «acto de justicia».