Pobreza

Un 30% de las personas sin hogar de Barcelona ha sufrido una agresión

La mitad de los sintecho que duermen en la calle no ha sido atendido por ningún trabajador social

Un equipo de colaboradores de la Fundació Arrels entrevista a una de las personas sin hogar que duermen al raso en Barcelona / Fundació Arrels
Un equipo de colaboradores de la Fundació Arrels entrevista a una de las personas sin hogar que duermen al raso en Barcelona / Fundació Arrelslarazon

La mitad de los sintecho que duermen en la calle no ha sido atendido por ningún trabajador social.

Cuando empezó a vivir en la calle, después de perder el trabajo y malvender su piso, ahogado por las deudas, Manuel llegó a ir a la policía para pedir que lo detuvieran y así poder dormir bajo un techo. Como no le hicieron caso, pensó en tirar una piedra a un escaparate para pasar la noche en comisaría, pero no llegó a hacerlo. Lo suyo es amasar pan y hacer estómagos felices mezclando harinas, huevos y azúcar. «He sido panadero durante 30 años», cuenta a los voluntarios de la Fundación Arrels. «Trabajaba entre 10 y 12 horas hasta que un día me quedé sin trabajo», prosigue. Ahora tiene 52 años y hace poco más de medio año que vive en la calle. «Los primeros días no me vi capaz de soportarlo», admite, «pero poco a poco, gracias a compañeros a los que te vas encontrando, vas conociendo sitios en los que te ayudan». Manuel se ha hecho una ruta para poder comer y dormir. «Por la mañana voy a desayunar a Arrels o a otro sitio del Raval. Después voy a comer a la zona alta de Barcelona. Caminando. Tardo una hora y pico en llegar. Como y regreso de nuevo caminando a Arrels. Si llego antes de que abran, espero sentado en un parque. He aprendido que los jueves en tal lugar dan bocadillos y que los viernes por la noche ofrecen café caliente en la plaza Catalunya», explica. Va andando porque no le gusta colarse en el Metro.

En Barcelona, hay 3.400 personas sin hogar, de las cuales 956 duermen en la calle, como Manuel. Para saber cómo son, cuál es su grado de vulnerabilidad, qué necesitan e influir en las políticas y recursos para que sean más eficientes, la noche del 5 al 6 de junio, la Fundació Arrels, un año más, salió a la calle para entrevistar a las personas sin hogar que duermen al raso. Logró entrevistar a 315 de los 956 sintecho que el Ayuntamiento de Barcelona estima que hay en la ciudad. Ayer publicó los resultados que advierten de que casi la mitad de las personas sin hogar entrevistadas, un 46%, no han sido atendidas por ningún trabajador en los últimos seis meses. Son 5 puntos más que en la radiografía del año pasado.

Las personas sin hogar que duermen al raso llevan una media de 3 años y 4 meses viviendo en la calle. Seis de cada diez aseguran que hace un año o más que están en esta situación. Hay un 82% de hombres frente a un 10% de mujeres y un 8% que no se considera hombre ni mujer. La media de edad es de 43,7 años, pero desde Arrels alertan, como lo hizo el Ayuntamiento de Barcelona, de la juventud de los sintecho, un 57% tiene entre 25 y 49 años y un 24% entre 50 y 64 años.

El riesgo de sufrir una agresión también es elevado. Un 30,5% ha sido víctima de una agresión física o verbal. En el caso de las mujeres, el 25% dice haber sido agredida. Y un 5,7% dice haber sido forzado o engañado.

El 18% de las personas presentan una situación de vulnerabilidad elevada, esto quiere decir que necesitan una intervención social prioritaria. La cifra es similar ala de 2016 y 2017. Pero si se suma el número de personas que presentan un grado de vulnerabilidad elevado y medio, el 71% se considera vulnerable.

El 41% tiene problemas de salud física, el 19% tiene una enfermedad crónica, en cambio, sólo el 44% tiene la tarjeta sanitaria, una cifra que baja por tercer año consecutivo. También son menos las personas empadronadas en Barcelona, un 37,4%.

En los últimos seis meses, el 29,5% ha requerido atención médica especializada, un 17,7% fue ingresado en el hospital y un 15,5% necesitó una ambulancia, como Manuel. El mismo cuenta que «una vez estuve enfermo de neumonía y menos mal que uno de los compañeros de la calle llamó a la ambulancia; pasé diez días en el hospital». «He salido adelante gracias ala solidaridad de los compañeros de la calle», dice agradecido.

El 66% de personas como Manuel no percibe ingresos ni de prestaciones sociales, herencias o trabajo en negro. Un 14% no puede hacer frente a necesidades básicas y un 16% admite que el consumo de drogas o alcohol ha dificultado su permanencia en un alojamiento.

El censo de Arrels se enmarca en una campaña europea para erradicar el sinhogarismo de calle antes del año 2020. Para concienciar y ayudar a la ciudadanía a empatizar con las personas sin hogar, Arrels ha creado «StreetTubers» donde personas como Miguel relata sus «15 años en la calle» o Paco su «viaje al fondo del infierno».