Conciliación

Un grito se esfuma, muchos traen cambios

Las mujeres reclaman este 8-M acabar con la brecha salarial, la violencia de género, facilitar la conciliación y asegurar la igualdad

Cartel del Paula Bonet para el 8-M
Cartel del Paula Bonet para el 8-Mlarazon

Las mujeres reclaman este 8-M acabar con la brecha salarial, la violencia de género, facilitar la conciliación y asegurar la igualdad.

Hace 110 años, 40.000 costureras de las grandes fábricas de los Estados Unidos se declararon en huelga para reivindicar la igualdad de derechos. La respuesta de los patrones de la Cotton Textil Factory, en el mismo Nueva York, fue cerrar puertas y ventanas a la hora del paro con las mujeres dentro para evitar el robo de mercancías. Se declaró un incendio, nadie dio permiso para abrir las puertas y 120 mujeres fallecieron. En 1975, la ONU fijó el 8 de marzo como el Día de la Mujer, en recuerdo a estas 120 mujeres y a las trabajadores textiles de la Lower East Side, que 50 años antes, otro 8 de marzo, sufrieron la represión de la policía de Nueva York por protestar contra la brecha salarial del 60% y jornadas laborales de más de doce horas. Un siglo y diez años después, el artículo 14 de la Constitución defiende que la igualdad entre hombres y mujeres es la base de una sociedad democrática, hay la ley de igualdad, y las empresas redactan convenios con planes de igualdad.

Pero la igualdad no existe. La brecha salarial en Cataluña es del 24%. Y no todo es consecuencia de la reducción horaria para dedicarse a la crianza, porque la brecha salario/hora es del 15,3%. Las mujeres siguen asumiendo el papel de cuidadoras, dedican 2 horas más al día que ellos al trabajo doméstico. Sobran los motivos para alzar hoy la voz y para seguir trabajando el 9M por revertir las desigualdades. El más desagarrador, los 9 asesinatos machistas de 2017. Un grito solo se esfuma, el grito de todas cambia el mundo.

La entrevista. Najima _ Camarera de hotel

«Es momento de decir basta al maltrato, al machismo y los golpes»

El 17 por ciento de los hogares atendidos por Cáritas están a cargos de madres solas con hijos, como Najima. Tiene cuatro niños, todos varones, de 20, 16, 11 y 10 años, «pero como los he criado yo sola son muy cariñosos». «No han tenido una figura masculina en casa», cuenta, hace ya más de nueve años que tuvo la valentía de divorciarse. Y los niños no saben nada de su padre pero a ella le dicen que «eres la mejor mamá y papá del mundo». «No ha sido fácil», admite. Cuenta que en las entrevistas de trabajo, «siempre me preguntan si tengo tiempo para trabajar a cualquier hora y claro yo tengo hijos a mi cargo y no tengo a nadie con quien dejarlos, así que he tenido que rechazar ofertas». Para una mujer soltera o divorciada, como es su caso, es difícil encontrar un empleo. Pero un día estaba en los Ferrocarriles y se sentaron delante suyo un niño con su abuela. Empezaron a charlar y la mujer le preguntó si trabajaba. Najima le contestó que «no» y la abuela le dio el teléfono de Cáritas. Llamó y en menos de una semana empezaba con el programa «Feina amb cor», que ofrece cursos y un itinerario para buscar trabajo. Este Mobile World Congress estaba ya trabajando de la mano de Cáritas y ahora espera un trabajo de mayor duración. Hoy no podrá parar porque no puede perder ni una hora de sueldo, pero alzará la voz para que «las mujeres sean respetadas, amadas y valoradas». También quiere tiempo para que las madres estén con sus hijos.

La entrevista. Eva Soto _ Pepsico

«Desde que he sido madre he tenido dos promociones internas»

Sueldos más bajos, más paro y más jornadas parciales. Es la triple precariedad que sufren las mujeres en España, donde dedican más de dos horas al día que ellos a tareas domésticas. Algunos empresarios, pensando que «ayudan» no les dan responsabilidades, otros, ni si quiera trabajo. No es el caso de Pepsico. Hace años se rebeló contra una sociedad machista empoderando el talento femenino. Su presidenta es una mujer, Indra Nooyi. Y no es una excepción dentro de la empresa, casi el 40% de puestos directivos lo ocupan mujeres, muy por encima de la media estatal (15,7%). Eva Soto, Senior Manager de Logística, empezó hace 15 años en el centro de distribución de Burgos. Llegó a ser responsable de una plantilla de 110 trabajadores, el 85% hombres. La maternidad «no entraba en mis planes», cuenta, pero ahora es madre de «un divertidísimo niño de 4 años». «Más que un limitador, la maternidad ha sido fuente de sabiduría para mi desarrollo personal y profesional», dice. Desde que fue madre ha tenido dos promociones internas. Involucrada en los comités de diversidad e inclusión de Pepsico, que acumula premios en conciliación, destaca las políticas de work & balance, con bajas maternales que se alargan hasta los 7 meses, horario flexible y prohibidas las reuniones pasadas las 17.00 horas. Soto reivindica una sociedad igual que eduque sin estereotipos.

La entrevista. Paula Bonet _ Ilustradora

«Las mujeres somos poderosas y hay hombres que también lo creen»

Muchos conocen a Edgar Allan Poe. Y pocos a Emily Dikinson. Aunque ambos forman parte del reducido panteón de poetas fundamentales estadounidenses. La ilustradora Paula Bonet ha rescatado a la poetisa para ilustrar el llamamiento a la huelga de hoy de las mujeres del libro, junto a una de sus punzantes frases: «Ignoramos nuestra verdadera estatura hasta que nos ponemos de pie». Bonet se hizo feminista cuando se dio cuenta de que la igualdad que se le había prometido de niña no era real. «Fue el momento en el que mi obra tuvo cierta repercusión y vi que por el hecho de ser mujer no se me trataba igual que a mis compañeros. A ellos ni a los periodistas ni a los moderadores de mesas redondas les hablaban de sus piernas en el momento de presentarles en público. Aquellos fue mi despertar», cuenta. Después descubrió que el asunto era más grave, de que «necesitamos soluciones a la brecha salarial», de que su experiencia intelectual –«y emocional, me atrevería a decir»– se basaba en la experiencia masculina y de que no tenía referentes femeninos. «Entonces tomé conciencia de las agresiones de género que había sufrido», dice. Y descubrió a Dikinson y a Plath y a Sexton, «por citar a unas pocas». Hoy irá a la huelga. «Sólo así se visibilizará lo necesarias que somos y el trabajo que hacemos por el que deberíamos de cobrar lo mismo». Piensa en Islandia y es optimista. «El feminismo traerá beneficios»

La entrevista. Laura Ros _ Directora de Wolkswagen

«El debate social empuja a políticos y empresarios a actuar»

Lo que de verdad importa del día de hoy es mañana y pasado mañana y el otro. Laura Ros, directora general de Wolskwagen España es algo escéptica con que las reivindicaciones de este 8 de Marzo se materialicen en medidas concretas. Pero sí siente que «hay un debate en la sociedad que era muy necesario y que va a ayudar a los órganos de decisión a nivel político y de las empresas a tomar conciencia de la necesidad de un cambio y a actuar en consecuencia». Los retos que tiene la mujer no le caben en los dedos de una mano. Cita sólo algunos: hacer realidad la igualdad salarial (la brecha salarial en Cataluña es del 24 por ciento y aumenta hasta el 32 por ciento en mujeres de más de 45 años); erradicar la violencia de género (en 2017, nueve personas murieron en Cataluña víctimas de la violencia machista); facilitar la conciliación (hoy no es posible), y asegurar la igualdad de oportunidades para que haya mujeres en puestos de responsabilidad. Ella es una de las pocas mujeres directivas que hay en España (15,7%) y tiene el mérito de ser madre de dos niños, Éric, de 14 años, y Claudia, de 12. Pero la suya es una empresa alemana, país que marca el camino a la hora de incorporar talento femenino en posiciones de poder. Aunque admite que «no es fácil conciliar», ser madre no ha sido un inconveniente en una empresa, en la que lleva 20 años y evalúa los resultado.