Arte, Cultura y Espectáculos
Una mirada incómoda
El castillo de Montjuïc expone las imágenes de Liu Xia
China sigue siendo un país en el que es incómoda la libertad de expresión.
China sigue siendo un país en el que es incómoda la libertad de expresión. La censura sigue siendo una de las principales vías empleadas por el gobierno para plasmar un pensamiento único. Sin embargo, pese al pánico a las represalias, todavía existen voces valientes que se atreven a sublevarse ante la injusticia. Este es el caso de la poetisa y fotógrafa Liu Xia.
La artista es la protagonista de una exposición que puede verse ahora en el castillo de Montjuïc, donde se exponen algunas de las imágenes que ha podido captar Xia. Son instantáneas en las que aparece una mirada totalmente libre, sin concesiones, muy parecida a la de su marido, el Premio Nobel de la Paz Liu Xiaobo, escritor y activista quien en la actualidad cumple una condena de once años de cárcel por la divulgación de un manifiesto en el que solicitaba de una vez por todas la apertura democrática para China. Por su parte, Xia fue sometida a un prolongado arresto domiciliario cuando su marido fue reconocido por la academia sueca.
La muestra titulada «La fuerza silenciosa» está formada por una serie de 26 fotografías realizadas en duro y contundente blanco y negro por la artista. En todas ellas hay un tema común como es el de la reivindicación de la libertad de expresión. Por esre motivo, la colección no ha podido ser exhibida en China.
Las fotografías fueron realizadas entre 1996 y 1999, período en el que Xiaboo fue internado en un campo de reeducación acusado de desorden público, condena que sigue cumpliendo en la actualidad.
Sin manipulaciones
Cuando la divulgación de las imágenes fue prohibida en China, éstas se podían ver únicamente en privado y en internet hasta la inauguración de esta exposición, que comenzó su itinerancia por el mundo en octubre de 2011 en Boulogne-Billancourt (Francia).
La artista se mueve en un terreno natural, en el que no existen manipulaciones y artificios de ningún tipo. El nexo es un muñeco que representa a un niño llorando, una expresión también de pánico con la que protestar por la falta de libertad.
En un formato cuadrangular, la artista también se sirve de la presencia de Xiaboo para subrayar el dramatismo de la situación que se vive en el país asiático. No son retratos sino avisos a la conciencia de los chinos, en muchas ocasiones testigos mudos de una realidad que prefieren no denunciar por miedo a correr la misma suerte que la pareja de Xia. Ese dramatismo también se acentúa en el castillo de Montjuïc como escenario escogido para la exhibición del trabajo de la fotógrafa.
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