Empresas
Cierval aprueba hoy las cuentas de 2015 con 1,5 millones de pérdidas
De esta cifra, 870.000 euros corresponden a requerimientos de Alicante y Castellón
La patronal autonómica Cierval vivirá hoy una de sus Asambleas más tensas. Si bien es cierto que en el orden del día no aparece ningún punto referente al futuro de la organización (que se encuentra en preconcurso de acreedores desde la semana pasada), el ente deberá aprobar unas cuentas que presentan 1,5 millones de euros de pérdidas.
Pero lo que realmente genera tensión es la causa de ese agujero: 870.000 euros corresponden a requerimientos de la Administración a las provinciales de Alicante y Castellón, Coepa y CEC, es decir, ayudas públicas que nunca se han devuelto y por las que estas dos organizaciones se encuentran inmersas en procesos judiciales.
Del resto, 500.000 euros son cuotas impagadas de Alicante y 130.000 de Castellón. Estas cifras, en principio, sí deberían ser responsabilidad de Cierval, la matriz, pero no el resto del montante, o al menos así se entiende desde dentro de la organización.
Las diferencias entre las tres provinciales se han vueltos ya irreconciliables. La pretensión de alicantinos y castellonenses de que Cierval asuma sus deudas tensó la cuerda al máximo, lo que, junto a la delicada situación económica de la organización, obligó a pedir el preconcurso.
En el caso de que se hubieran aprobado los nuevos estatutos de la patronal, la deuda de 1,5 millones de euros tendría que pagarse con las aportaciones de los nuevos socios, es decir, de las empresas afiliadas.
Por el momento, el proceso de refundación del ente está en pausa a la espera de que los representantes de las provinciales y el presidente de Cierval, José Vicente González, lleguen a un nuevo acuerdo, aunque algunos se muestran bastante pesimistas ante esta posibilidad.
En todo caso, el discurso que pronunciará González hoy tras la Asamblea no será nada incendiario, más bien al contrario, se acercará a la vía del consenso.
Por otra parte, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, aseguró ayer que la «ruina en diferido» de los gobiernos del PP «ha impregnado todos los ámbitos», no solo la deuda pública y el Gobierno valenciano, también organizaciones como la patronal autonómica Cierval. Afirmó sobre la situación financiera de Cierval, que el «tsunami» que provocó el PP «llega a todos».
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