Valencia
«Lloré para no ir al conservatorio; ahora sé que fue un regalo»
Entrevista a la portavoz de PP en el Ayuntamiento de Valencia
Entrevista a la portavoz de PP en el Ayuntamiento de Valencia
La portavoz de PP en el Ayuntamiento de Valencia, María José Catalá (Valencia, 1981), confiesa que es muy «futbolera», una «friki» de diseñadores y jóvenes talentos valencianos y una oboísta «regular», y que de niña lloró para no ir al Conservatorio pero ahora sabe que fue un regalo y no entiende la vida sin música.
-¿De dónde le viene esa vena tan futbolera?
-Mi padre pasó su infancia en Brasil y siempre ha sido una persona que le ha gustado el fútbol como disciplina deportiva. Yo desde joven tenía una adhesión absoluta por el Valencia CF, arraigada de adolescente en figuras como Mendiata y Mijatovic, y a partir de ahí una se hace futbolera absoluta. Es como un sentimiento de arraigo por mi tierra.
-¿Y el amor por la música?
-Mi padre nos ha transmitido la convicción absoluta de que sin los Beatles la música actual no sería lo que es. Nos ponía a los Beatles en el coche y mi madre nos despertaba con Joan Manuel Serrat. Mi hermana y yo teníamos un lío monumental en gustos musicales.
Mi madre entendió que una persona con gustos musicales tiene una sensibilidad extraordinaria y se empeñó en que desde bien pequeñas fuéramos al conservatorio. He llorado literalmente porque no quería seguir pero, pese a mis enojos, hizo que continuara. Y ahora entiendo que fue un regalo, porque he adquirido muchas aptitudes a través de la música.
-¿Y por qué el oboe?
-Había muy pocas plazas para entrar en el Conservatorio. Alguien le dijo a mi madre que nadie pedía oboe y me apuntó. Es un instrumento muy excepcional y delicado. Hay pocos oboes en las orquestas, es solista y costoso.
-¿Qué nota se pone como oboísta?
-Si le preguntas a mi estricto profesor de música Manolo Tomás, que luego fue mi segundo en la Conselleria, seguro que es más generoso. Yo diría que tengo muchas dificultades para rozar el 5. Lo toco bastante regular.
-¿Fallas o Moros y Cristianos?
-No puedo elegir. Soy fallera desde recién nacida por mi abuelo y dejé de vestirme porque comencé a tocar en la banda y en Fallas ganaba unos durillos. Moros y Cristianos me cogió en la época adolescente y era pasarse julio con mis amigos de fiesta en fiesta. Sigo siendo de la Filá Cristiana de las Na Violant de Torrent.
-¿Qué tres cosas se llevaría en una isla desierta?
-El móvil, porque mi madre sería capaz de mandar a los GEOS a buscarme si cada equis tiempo no le digo dónde estoy. Algún libro y algo para escuchar música. Ahora no sé vivir sin la música. Me relajo escuchando música. Me gusta desde Love of Lesbian a la ópera.
-¿Qué prenda no falta en su armario?
-Pantalón y camisa blanca serían irrenunciables. Y no pueden faltar mis zapatillas Muro exe, de unos jóvenes valencianos. Soy muy friki de diseñadores y jóvenes talentos valencianos
-¿Está enganchada a alguna serie de televisión?
-Era friki de «Juego de Tronos», con profunda decepción con el final de algunos personajes. Me pareció precipitado. He estado días casi sin dormir viendo la serie «El Hierro», que me gustó mucho y ahora estoy acabando «El Embarcadero», rodada en Valencia. Soy de pegarme maratones.
-¿Cuál sería su fin de semana ideal?
-He pasado tanto tiempo los fines de semana delante del ordenador dedicada al doctorado y la tesis, que ahora me parece un lujo asiático pasar el sábado en el sofá viendo series.
-¿Se lleva bien con las redes sociales?
-Me llevo bien pero cuido de mi intimidad. Participo de las reglas del juego pero sin sobreexponer a los míos. Tengo todas. Facebook es un clásico, Twitter es una red de descarga de emociones, de «lovers» o «haters». E Instagram se aproxima a las generaciones que vienen, muy intuitivos, con un gusto exquisito por la belleza y muy inmediata. Dan mucha faena pero hemos de entender que hay una nueva comunicación política que pasa por ahí.
-Si hace seis meses le dicen que iba a ser candidata a la alcaldía, ¿qué hubiera dicho?
-Que no iba a ser. Y convencida, hubiera dado todos los argumentos. Pero ahora no me arrepiento de esta decisión. Hay personas en política que funcionamos muy bien con un objetivo porque si no, se nos nota mucho. Me he reencontrado con mi objetivo y Valencia ha sido una carga absoluta de motivación en política.
-¿Política municipal o autonómica?
-La política municipal me ha dado más satisfacciones y me ha recompensado más, pero la autonómica me ha hecho más dura y creo que ha sido una etapa de aprendizaje irrenunciable. Posiblemente la municipal me hace más feliz, pero a mí me ha enseñado y me ha fortalecido mucho la política autonómica.
-¿Bici o patinete?
-Soy más de patines. Llevo patinando toda mi vida. Tengo un armario lleno de patines. Mi madre nos llevaba a patinar y mi padre compraba las protecciones. Ahora patino menos, pero si me subo a unos patines no se me ha olvidado. Mi padre nos llevaba a natación, pero también he hecho ballet y gimnasia rítmica. Y ahora hago pilates.
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