Valencia y su Rockefeller Center

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, lleva desde 2006 intentando instalar una pista de hielo en la explanada de la Plaza del Ayuntamiento, pero el elevado coste del proyecto -unos 100.000 euros- y la vaguedad de las propuestas recibidas dilatan su creación.

Porque las arcas municipales no dan para gastos de este tipo, así que para que el proyecto salga adelante debería contarse con la iniciativa privada, «que la ha de pagar y hacerla lucrativa» sin provocar un impacto estético en el entorno. Es decir, la primera edil no permitirá la tematización de la plaza.

Tampoco la instalación de puestos de comida. «Ni sushi, ni chocolate». Aunque no descartó que este enclave albergue en próximas Navidades un mercadillo «controlado, con tiendas dignas» y de productos típicos de esta época festiva. Y en este sentido van encaminados los estudios que desde este verano lleva a cabo la Concejalía de Fiestas y Cultura Popular, cuyo titular, Francisco Lledó, visitó recientemente la Plaza Mayor de Madrid para copiar posibles ideas. «Si fuera una cosa digna en la que participáramos todos, yo encantada».

Pero Barberá no tiene prisa y estudiará las propuestas con lupa, ya que vería con buenos ojos que la capital valenciana tuviera su propio Rockefeller Center -uno de los principales reclamos turísticos de Nueva York en el que cada invierno se abre al público una pista de hielo y cada diciembre se instala un árbol de Navidad- pero no a cualquier precio.

Y es que, recordó, la crisis obliga a la austeridad, pese a no ser ellos los culpables de la situación. En este sentido, defendió las actuaciones de los Consistorios, ya que, salvo alguna «excepción intolerable», han cumplido la Ley de Estabilidad Presupuestaria. «Los Ayuntamientos no son dilapidadores ni derrochadores. Ni tenemos empresas y fundaciones a cientos y decenas ¿Cuántos funcionarios municipales cobran más que su alcalde?», preguntó.

En otro orden de cosas, la alcaldesa anunció ayer que las cartas personales, fotografías, documentos y libros que forman parte del legado más intimista del novelista valenciano Vicente Blasco Ibáñez quedarán expuestos en la Casa-Museo de Valencia antes de un mes.

El material está todo embalado desde que se retiró de la exposición del MuVIM. Una vez firmado el convenio entre el Ayuntamiento y la Fundación Blasco Ibáñez, se trasladará todo.