Contaminación en Madrid

Críticas al «caos» y «precipitación» del dispositivo

Ni hablar de descoordinación. La alcaldesa de Madrid compareció ayer en rueda de prensa para dar una palmadita en la espalda de los madrileños, que tuvieron, dijo, una «reacción adulta» ante los episodios de prealerta y alerta por altos niveles de dióxido de nitrógeno. Junto a la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, y Paz Valiente, directora gerenal de Sostenibilidad del Ayuntamiento de Madrid, Manuela Carmena quiso huir de las polémicas y de aquellas preguntas que le cuestionaron sobre su conocimiento o no de la situación de la contaminación en la capital cuando a las 22:30 horas del jueves aseguró en una entrevista radiofónica que este viernes podría ser «un día como siempre, normal». Apenas media hora después, Medio Ambiente informaba de que la capital entraba en el nivel de alerta 2 y, con ello, se aumentaban las restricciones al tráfico en la almendra central. Eso sí, la alcaldesa de la capital admitió que ese avance de última hora en las medidas restrictivas de tráfico por el cambio de escenario «puede» que «fuera imprudente».

«No nos gusta polemizar en ese sentido, lo importante es aunar, todas las administraciones han sido informadas», aseguró la regidora antes de que su responsable de Sostenibilidad citara a representantes de la DGT, agentes de Movilidad, agentes de la Policía Municipal, miembros de Protección Civil, del Consorcio Regional de Transportes o del propio Ayuntamiento entre los integrantes del grupo de trabajo que activó el protocolo. Una idea en la que ahondó Sabanés, que recordó que el pasado 11 de noviembre el Bocam y el BOAM (los boletines oficiales de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid), publicaron el decreto por el que se activaba el «escenario 1» del plan contra la contaminación. Sin embargo, la presidenta Cristina Cifuentes volvió a insistir ayer en el «caos absoluto» con el que el Ejecutivo de la capital ha adoptado las distintas medidas. «Hoy la concejala responsable –o más bien irresponsable– de la materia ha reconocido que no había informado ni a la Comunidad ni al Consorcio de Transportes», indicó Cifuentes, que opinó que «lo lógico» es que se hubiera puesto en contacto con ambos para coordinar medidas y mejorar la movilidad en la ciudad durante el episodio de contaminación, informa Efe.

«Los datos sobre gases como el ozono están en la máxima normalidad hoy, lo que lleva a pensar que, si son normales, las medidas extraordinarias igual no se tendrían que haber tomado», añadió la presidenta regional. Unas acusaciones a las que Sabanés respondió con una reflexión: «De esta primera experiencia todos aprenderemos a manejar una información que es muy variable», explicó tras explicar que el jueves la situación cambió a las 22:45 horas y que, hasta ese momento, ella misma pensó «que era previsible que pudiéramos librarnos de las medidas».

Carmena y Sabanés insistieron también en que el Gobierno regional ha formado parte en todo momento de las reuniones para la activación del protocolo y que, por tanto, sabían que se podía poner en marcha. Un extremo que niegan desde la Puerta del Sol. «Espero que hoy quieran convocarnos al Ministerio y a la Comunidad para trabajar todos juntos», añadió Cifuentes. Y es que, a pesar de que la alcaldesa indicó que esa misma mañana había estado hablando con el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio García Pomar, que se había puesto a disposición del Ayuntamiento para lo que fuera necesario, unas horas después una portavoz de Fomento solicitaba a Carmena la inclusión del Ministerio y de Renfe en el operativo para poner en marcha los niveles de alerta. Fomento, por iniciativa propia, aumentó el número de vehículos de la línea de Cercanías C-5 (Móstoles-Humanes). Fomento no fue el único organismo del Gobierno central que se puso ayer a disposición del Ayuntamiento. También lo hizo la vicepresidenta, que aseguró que Carmena «no encontrará más que colaboración» para acabar con la polución en la capital. Eso sí, Soraya Sáenz de Santamaría subrayó en declaraciones recogidas por Ep la «precipitación y falta de tiempo», con las que se han adoptado las medidas del Plan de Calidad del Aire. «Lo que es más importante es la previsión», apostiyó.