Alcorcón denuncia el «nitrogenazo» de Carmena

Apunta que impedir la libre circulación vulnera derechos fundamentales.

Para el Ayuntamiento de Alcorcón, prohibir circular libremente por el territorio nacional puede considerarse una vulneración del derecho fundamental de los ciudadanos. Por eso, el Ayuntamiento que lidera el popular David Pérez interpuso ayer una demanda contra el protocolo para episodios de alta contaminación por dióxido de nitrógeno que aprobó la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, en febrero. Conocido coloquialmente como el «nitrogenazo», el Ayuntamiento tiene previsto restringir la circulación en el interior de la M-30, e incluso en el mismo anillo de circunvalación en el caso de que durante dos o tres días consecutivos dos estaciones de medición situadas en la misma zona superen los 200 microgramos por metro cúbico de dióxido de nitrógeno durante dos horas consecutivas. Las restricciones serán en días alternos para vehículos de matrículas par o impar.

Este protocolo, más restrictivo que el anterior de Ana Botella, queda además supeditado a las previsiones meteorológicas que haga la Aemet de tal manera que si la Agencia Estatal de Meteorología prevé un aumento de las presiones podría llevar al Ayuntamiento a decretar alguno de los niveles de restricción directamente y sin esperar a que las estaciones superen los niveles acordados. Por el contrario, si la AEMET prevé lluvias o vientos fuertes, que reducen la contaminación, el Ayuntamiento podrá anular estos niveles de alerta.

Para el consistorio de Alcorcón, la libre circulación por el territorio nacional es un derecho recogido en los artículos 19 y 139.2 de la Constitución Española y así se lo hace saber en la denuncia al Juzgado Contencioso Administrativo número 19.

Pérez argumentó que «son miles los ciudadanos que diariamente tienen que acceder a la capital desde distintos puntos de la región, especialmente del sur de la Comunidad de Madrid». El municipio de Alcorcón está conectado con la capital a través de la A-5, que cruza la M-40 y desemboca en la M-30, vía afectada por las restricciones al tráfico que podría imponerse en los peores escenarios contemplados ante altos niveles de polución». Además añade que «el cierre de estos accesos causaría el llamado “efecto frontera”, es decir, que afectaría a las localidades limítrofes y sufriríamos consecuencias económicas, de sobre carga de tráfico, colapso circulatorio , entre otras».

Tras conocer la demanda, desde el Ayuntamiento de Madrid se apuntó ayer que el anterior protocolo de contaminación –de la «era Botella»– ya contemplaba la restricción de circulación de vehículos en escenarios de alta contaminación. Asimismo, justificó las prohibiciones al señalar que el artículo 43 de la Constitución también habla de la obligación de las Administraciones de preservar la salud pública, y que «Madrid lleva incumpliendo el tope permitido por la UE en los niveles de contaminación por dióxido de nitrógeno desde 2010». Ante esta «situación urgente», el Ayuntamiento subrayó que está tomando «medidas valientes» para reducir el impacto del NO2 en la ciudadanía. Por último, recordó que ciudades como Berlín, Londres, París o Atenas también restringen el tráfico.