Huelgas

Carmena adjudica las basuras a las mismas empresas que Botella

Asigna los contratos de recogida de residuos en los que sólo ahorrarán 1,2 millones de euros.

Por contrato, las adjudicatarias tendrán que mejorar frecuencias y limpieza
Por contrato, las adjudicatarias tendrán que mejorar frecuencias y limpiezalarazon

Asigna los contratos de recogida de residuos en los que sólo ahorrarán 1,2 millones de euros.

No sólo ha adjudicado para los próximos cuatro años –prorrogable hasta 2022–, sino que, además, deja el servicio de recogida de basuras de la capital en manos de las empresas que ya realizaban este servicio tras ganar el correspondiente concurso con la corporación municipal liderada por el Partido Popular y con rebajas sobre el presupuesto inicial que, en el mejor de los casos, son apenas del 1,08%. El Ejecutivo de Manuela Carmena dio ayer por concluido el proceso de adjudicación de los contratos de «contenerización, recogida y transporte de residuos» de la ciudad. Los nuevos contratos de basuras, que en esta ocasión se han dividido en tres lotes por áreas geográficas (oeste, este y sur) –antes eran sólo dos, periferia y centro de la ciudad– continuarán en manos de FCC y la UTE formada por Urbaser y CESPA. El tercero –que se encargará de la recogida de residuos en los distritos de Salamanca, Retiro, Chamartín, Moratalaz, Ciudad Lineal, Hortaleza, Vicálvaro, San Blas-Canillejas y Barajas– lo llevará a cabo otra UTE formada por Valoriza, OHL, Acciona y ASCAN, que se estrenan con este tipo de servicios, pero son las mismas contratistas que se encargan de la polémica limpieza de las calles de la capital.

De esta manera, Carmena consolida un modelo de gestión de las basuras que presentaron como una de las líneas rojas de su programa de Gobierno. De hecho, durante la campaña electoral el actual concejal de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, Carlos Sánchez Mato, advertía de que Ahora Madrid exigiría «el cumplimiento estricto de todos los puntos de los contratos. Si se aplica con rigurosidad lo firmado, todas perderían las adjudicaciones», dijo en abril de 2015, antes de que Ahora Madrid se hiciera con el bastón de mando de la capital. Ayer, tras la Junta de Gobierno, la titular de Medio Ambiente, Inés Sabanés, sacaba sin embargo pecho por este modelo «más exigente y racional en su funcionamiento», informa Ep.

Los contratos comenzarán a partir del 1 de noviembre por un presupuesto total de 687 millones de euros que podría llegar a los 1.250 millones cuando se implante en todos los distritos el contenedor reservado a residuos orgánicos o bioresiduos que, de momento, echará a andar de forma piloto en 9 de los 21 distritos de Madrid. En cuanto al ahorro en las arcas municipales, que era una de las principales causas que los de Carmena esgrimían a la hora de considerar la reversión de los contratos que ahora prorrogarán con las mismas empresas, y que ha sido el criterio mejor valorado para la adjudicación, tampoco es importante: será en total del 2,19%. En concreto, al lote Oeste, que estaba valorado en 57,1 millones de euros, le han rebajado los ganadores de la adjudicación un 1,08%; al lote Este, de 54,6 millones, un 0,87% y al lote Sur, valorado en 43,2 millones, un escaso 0,24%. El «ahorro» total que ha conseguido el consistorio con el concurso no llega a 1,2 millones de euros. Eso sí, entre las mejoras las adjudicatarias han tenido que incrementar las frecuencias de recogida de los envases –aunque no han especificado cuáles serán– y el mantenimiento y saneamiento de los contenedores (que se limpiarán cada 28 días), informó el área de Medio Ambiente. La mejora en las condiciones laborales de sus plantillas, que era el segundo criterio mejor valorado de la adjudicación, supondrá asimismo que 101 trabajadores de las concesionarias pasarán a tener un contrato indefinido a tiempo completo. Por último, las empresas adjudicatarias de la recogida y transporte de basuras de la capital incorporarán también tres camiones compactadores de caja cerrada propulsados por sistemas calificados por la Dirección General de Tráfico como de «cero emisiones» que revertirán al Ayuntamiento cuando concluyan los contratos.