Elecciones municipales
Concejales en la cuerda floja
Alcaldes del PP trasladan a Génova la incertidumbre de sus filas por el miedo a un retroceso electoral y a la ausencia de candidatos a cuatro meses de los comicios
En el PP son muy conscientes de que el partido no repetirá los resultados históricos de las elecciones de 2011. Los sondeos dudan de que pueda mantener mayorías absolutas en sus grandes plazas; y, en las pequeñas, aunque las encuestas no llegan, saben que el desgaste es el mismo. A la incertidumbre que esto supone, en Madrid se suma la falta de cabezas de cartel confirmados y, por tanto, la paralización del arranque de la precampaña. Una situación que centra todos los corrillos desde hace meses y que de forma muy especial están sufriendo alcaldes y concejales.
En la primera planta de Génova trece sólo se habla de «la gran espera» que mantiene paralizado al PP en Madrid; sin embargo, en las conversaciones de café es donde está aflorando la tensión que se respira los municipios. Hasta que en la séptima planta no se resuelvan los nombres de los elegidos para encabezar el tándem de candidatos a la Comunidad y al Ayuntamiento de Madrid –los únicos que dependen de Mariano Rajoy– Aguirre no va a entrar en la designación de los municipales. Y sólo tras éstos, le llegará el turno a los concejales. «El PP tiene una estructura piramidal que todos respetamos. Hasta que no se designe a los de arriba no se hablará de los de abajo», explica un miembro del Comité de Dirección de Esperanza Aguirre.
Los alcaldes, sin embargo, no ocultan la tensión que se vive en los ayuntamientos. Al igual que en las escalas más altas de la pirámide, en las bajas, los concejales tampoco sabrán si estarán en las listas hasta que Aguirre no decida quiénes serán los candidatos municipales. Se sienten «en la cuerda floja», dicen. Y se quejan de que cada día que pasa «tenemos menos posibilidad de buscarnos una alternativa», explica un primer edil de uno de los grandes municipios del sur. Esta incertidumbre «siempre ha ido en el cargo», reconocen, pero «nunca ha estado todo tanto en el aire. Sobre todo teniendo en cuenta la cercanía de las elecciones», aseguran. «No es facil buscarte una salida profesional en tres meses», aclaran.
En esta situación confiesan estar algunos alcaldes y sus concejales de municipios del sur. El PP de Aguirre conquistó muchos de los pueblos del extinto «cinturón rojo» con candidatos que fueron trasladados desde otros puntos para cumplir con dicho cometido, que ahora podrían pedir un cambio de destino. Aunque a Aguirre cada vez le queda menos tiempo para hacer cambios en las listas, nadie duda del desgaste y del aislamiento de muchos alcaldes que van a intentar salir antes de unas elecciones que se prevén muy difíciles para el PP.
Pero este estado de incertidumbre no sólo afecta a los pequeños. Si hay un ejemplo de futuro incierto es el de Madrid. Los concejales de Ana Botella se dividen entre los que saben a ciencia cierta que su futuro es regresar al montón y los que dan por sentado que repetirán por su posición en el partido a nivel regional y en las distintas agrupaciones de la ciudad. Así los «barones» de los distritos consideran que su puesto en las listas es inamovible incluso pese a la avanzada edad de algunos; otros confían en su posición en el PP de Madrid como «cuota fija» para estar en ella. Los más pesimistas tratan de no pensar en el número con el que irá su nombre en la papeleta popular, «total, al final se va a saber en una reunión in extremis, a las tantas de la mañana en Génova en marzo», aseguran.
Los concejales no sólo se ven en la cuerda floja por la posibilidad de que lleguen nuevos candidatos que no cuenten con ellos. Saben que aun continuando en la lista, si pasan a la oposición tendrán que buscarse una alternativa. Como concejales de Gobierno sí tienen un sueldo fijo pero si pierden en las próximas elecciones la mayoría, pasarán a cobrar meras dietas por asistir a los plenos.
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