Detenidos los atracadores del Mercadona de Yuncos en otro asalto en Leganés

La Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil ha detenido a los tres individuos que el pasado 6 de octubre atracaron el supermercado Mercadona de la localidad toledana de Yuncos. Los delincuentes tenían los teléfonos pinchados desde hace tiempo ya que los investigadores pudieron identificarles gracias a las cámaras de videovigilancia del supermercado y, porteriormente, les localizaron. En el momento en que la Guardia Civil iba a arrestarles, los cacos procedían a dar otro «palo» con un Passat gris robado en un comercio de Leganés. A los tres varones, todos españoles, se les intervinieron armas de fuego (hasta cinco, entre ellas dos subfusiles que tenían en el coche, según fuentes cercanas al caso), además de armas blancas. También se ha intervenido el revólver con el que se efectuó el disparo al agente hace casi tres meses. Tras su arresto, fueron trasladados a los calabozos del puesto de Illescas, donde han pasado esta noche. Además de los tres delincuentes, se ha detenido a la pareja sentimental del que efectuó el disparo, que también permace arrestada en Illescas, precisamente donde reside la pareja. Esta mujer llegó a «aconsejar» en conversaciones telefónicas que «al disparar a los agentes no les matéis, dejadles paralíticos que hace más daño», según las mismas fuentes.

El suceso tuvo lugar el pasado 6 de octubre en Yuncos, muy cerca de Illescas. Llegaron a última hora (a las 21:30 horas de un sábado, cuando estaba a punto de cerrar el establecimiento) a bordo de un Seat Córdoba robado en Ciempozuelos. Todos portaban armas de fuego y tras amenazar a las cajeras lograron hacerse con parte de la recaudación del día. Algunos clientes lograron avisar a la Policía y pocos minutos después se personaron en el lugar agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil. Los delincuentes, que iban encapuchados, trataron de huir cuando se percataron de la presencia policial y no dudaron en utilizar sus armas al escapar del lugar. Uno de los disparos llegó hasta un agente de la Guardia Civil, R. D. G. M., de 37 años, que tuvo que ser ingresado en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo, donde permaneció varios días en observación tras ingresar con pronóstico grave. La bala le entró por el cuello, le atravesó el cuerpo y le salió por la espalda, según los sanitarios.

Los atracadores y, a la postre homicidas huyeron por la A-42 dirección Madrid para coger después la M-40. En Puente de Vallecas los agentes les perdieron la pista.