El corazón verde y económico de la capital

El Parque del Buen Retiro está dentro del corazón de todos los madrileños y se gana el de cualquiera que visite los antaño jardines reales. Por sus caminos pasan cada año millones de personas. Turistas, vecinos, deportistas, aficionados a la música, al arte y hasta a la sardana acuden a diario al pulmón verde del centro de Madrid. Un flujo de personas que genera un estímulo económico para la capital similar al de una gran empresa.

De hecho, si se suma la actividad anual en el Lago y en el polideportivo de La Chopera, los ingresos superan el millón de euros. En 2013, 404.000 personas disfrutaron de las barcas del Retiro y de la motora, lo que generó unos ingresos de 785.500 euros y los 131.736 usuarios de las pistas deportivas que hay en el interior del parque generaron un beneficio de 131.736 euros. Además, cada uno de los once quioscos y cafeterías situadas en el interior del recinto reciben a 500 clientes cada día, lo que, anualmente, supone unos ingresos de más de 5 millones de euros.

La iniciativa privada también ha tomado nota de la gran cantidad de personas que disfrutan del parque y en los últimos años muchos nuevos negocios han florecido alrededor de sus árboles y paseos. Un ejemplo es el alquiler de bicicletas, que se ha multiplicado en los últimos cinco años. Basta dar una vuelta por los alrededores de su verja para descubrir al menos seis negocios recientes para alquilar durante unas horas desde carricoches a pedales hasta bicicletas «choper». Además, también se ofrecen cursos para aprender a montar en bici. Cada año, alquilan entre 3.000 y 6.000 vehículos para recorrer el parque pedaleando.

También han crecido las escuelas de todo tipo de deportes que utilizan el Retiro como gimnasio. Al menos una docena de escuelas enseñan a patinar en línea o a jugar al hockey sobre patines. A ellas se añaden los maestros de yoga y tai chi que desde hace años enseñan estas técnicas en el césped del parque. También se reúnen allí los grupos de los programas de ocio saludable del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid: «Caminar por Madrid» y «En Forma». Además, la creciente afición por el «running» atrae cada vez a más grupos de deportistas que muestran cómo disfrutar corriendo sin lesionarse. Incluso hay posibilidad de hacer un entrenamiento digno del Ejército –«bootcamp»– cuyas clases se imparten en inglés.

Y no hay que olvidar que cada año se celebra en este parque uno de los eventos más importantes de la ciudad y que genera beneficios millonarios: la Feria del Libro. La cita, que ya forma parte de la idiosincrasia del Retiro, cerró la última edición con un incremento en las ventas del 9,3%, alcanzando los 7,1 millones de euros de ingresos. Y no es el único gran evento que tiene lugar en este escenario verde, en 2013 hubo 135 actos de distinto tipo, entre ellos una treintena de rodajes de cine, televisión y fotografía, y una veintena de eventos deportivos, desde la fiesta de la bicicleta a maratones hasta un «perrotón» para correr junto con sus mascotas.

Pero la economía del Retiro no se limita a los ingresos que generan barcas, restaurantes o clases privadas. Todas las administraciones que actúan en el parque emplean a centenares de personas para ofrecer todo tipo de actividades gratuitas a quienes se acerquen por allí. En este apartado entran las exposiciones de la Casa de Vacas –que en su mayoría son gratuitas–, el aula medioambiental «La Cabaña del Retiro» –en la que se incluyen los huertos urbanos del interior del parque–, las muestras en el Palacio de Cristal, los espectáculos del Teatro de Títeres, los conciertos de la Banda Sinfónica Municipal y las actividades de la Biblioteca de la Casa de Fieras.

Sin olvidar que las 117 hectáreas del Buen Retiro se mantienen en un excelente estado de conservación que sorprende a quien lo recorre. En su condición de Bien de Interés Cultural, el parque se cuida como si se tratase de un museo. No en vano en su interior hay 98 monumentos, 84 esculturas y 18 edificaciones, muchas de ellas centenarias y que hacen del Retiro uno de los parques más importantes del mundo.

El patio de recreo de la realeza

Antaño huerta de los Jerónimos, el parque del Retiro fue transformado en un lugar de recreo para la corte de los Austrias en el siglo XVII. Sin embargo, fueron los Borbones quienes ampliaron y mejoraron sus instalaciones. De hecho, Carlos III lo abrió por primera vez al público, siempre que se ciñera a unas normas de comportamiento y vestimenta. Después de la Guerra de la Independencia, durante la cual fue utilizado como acuartelamiento de los franceses, Fernando VII reconstruyó el destrozado parque y creó nuevos espacios como la Casa de Fieras, el Paseo de las Estatuas o el Real Embarcadero. En 1868 pasó a formar parte del patrimonio municipal, abriéndose al disfrute del pueblo de Madrid. En 1935 se declara Jardín Histórico Artístico.