El mercado da menos de dos años a Carmena para construir viviendas

La alcaldesa ha tumbado proyectos como el de Distrito Castellana Norte pese a que apenas hay stock de obra nueva

Aunque Madrid es una de las provincias de España en la que existe mayor número de pisos desocupados como consecuencia de la crisis económica, un informe de la tasadora Tinsa advierte de que en el plazo de 12 a 24 meses este stock desaparecerá por completo.

Los últimos coletazos de la burbuja inmobiliaria desaparecerán de la Comunidad antes de 2018, por lo que, según la «Radiografía del stock de la vivienda 2015» que ha presentado recientemente la tasadora hay algunas ciudadades, entre las que se encuentran Madrid o Barcelona, en las que, teniendo en cuenta que las promociones tienen un periodo de maduración de dos años, sería necesario empezar a construir ya nueva vivienda.

El estudio advierte de que el hecho de que estas dos ciudades apenas cuenten ya con un 15% de excedente sobre lo construido desde 2008, las sitúa «muy cerca del stock técnico necesario para el buen funcionamiento del mercado».

Tinsa refleja en su estudio que el reparto de este stock no es homogéneo. Así, en el área metropolitana esta radiografía del stock destaca cómo en el caso del Ensanche de Vallecas el índice de vivienda vacía es superior al resto y se encuentra próximo al 30%; mientras que en los PAU del norte, como Sanchinarro o Montecarmelo, la cifra se reduce a un 10%.

Pese a las advertencias de la necesaria construcción de vivienda nueva en Madrid, proyectos como Distrito Castellana Norte o la llamada «operación Campamento» están paralizados. En el caso del primero, que contempla la construcción de 17.739 viviendas, la paralización es por una cuestión política. El equipo de Ana Botella terminó la anterior legislatura sin aprobar el plan parcial necesario para llevar a cabo el desarrollo urbanístico para la prolongación de 3,7 kilómetros del Paseo de la Castellana, hasta llegar a Las Tablas.

Ahora, la viabilidad del proyecto está en manos de Ahora Madrid y el equipo de Manuela Carmena ya lo ha descartado, precisamente porque quiere reducir la edificabilidad del mismo, es decir, el número de viviendas finales.

¿Obras en 2016?

Según los plazos iniciales del proyecto, estaba previsto que se le diera el visto bueno final (por parte de la Junta de Gobierno municipal) este año, lo que iba a permitir que las obras comenzaran en 2016 y que primeras viviendas empezaran a comercializarse en 2018 (fecha prevista para el final del stock de casas de nueva construcción en Madrid).

El Área de Urbanismo (o de Desarrollo Urbano Sostenible, como lo ha hecho llamar Carmena) del Ayuntamiento creó una mesa de diálogo con las entidades y asociaciones involucradas en el proyecto para revisarlo. Sin embargo, esta semana José Manuel Calvo, el edil responsable del área, aseguró en una entrevista concedida al «diario.es» que el plan inicial está «muerto» por lo que ahora se someterá a nuevos cambios. Este retraso «sine die» pone en peligro la viabilidad de toda la operación, ya que el 31 de diciembre de 2016 expira el convenio que los promotores Distrito Castellana Norte y el Ministerio de Fomento firmaron para llevar a cabo el plan tal cual está redactado en estos momentos. Ésta era la primera vez en más de una década que el desarrollo urbano del norte de la Castellana, que todos los alcaldes de Madrid han intentado llevar a cabo, contaba con una inversión real sobre la mesa. En concreto, la sociedad creada por BBVA y la Constructora San José se comprometían a invertir 6.000 millones de euros en este desarollo que supondría la creación de más de 120.000 empleos y que ya obtuvo el visto bueno de las administraciones (central, regional y municipal) y organismos competentes esta primavera, quedando únicamente pendiente la aprobación del plan parcial urbanístico por parte del Ayuntamiento de la ciudad; un último trámite que puede acabar con todo el proyecto.