Carmena no desiste en su guerra contra el Museo Ambasz

Patrimonio da el «ok» al proyecto, pero el Ayuntamiento advierte de que puede vetar el derribo del eficicio.

La esquina entre el Paseo del Prado y la calle del Gobernador, se ha convertido en el último caballo de batalla del Gobierno de Carmena contra el legado del PP en Madrid. Tras poner patas arriba la «Operación Chamartín» y parte del Complejo Canalejas –por citar los más grandes–, el Área de Urbanismo del Ayuntamiento ha puesto ahora la diana en la cesión por 75 años que hizo en 2015 el anterior gobierno municipal a la Fundación Ambasz para la construcción del futuro Museo de las Artes, la Arquitectura, Diseño y Urbanismo (MAADU). En esta lucha del Gobierno de Carmena para evitar que la fundación del arquitecto argentino lleve a cabo su proyecto en Madrid, recibió ayer un duro revés.

La Comisión Local de Patrimonio Histórico –que depende de la Comunidad de Madrid– calificó ayer de «viable» el proyecto que implica derribar el actual edificio, del que se debe recordar que desde mayo está tomado por un colectivo okupa llamado La Ingobernable.

Paradójicamene, el equipo de Ahora Madrid, que no ha hecho nada para desalojar a los okupas de este inmueble de propiedad municipal y que recientemente ha cedido por 50 años una nave de Matadeto a la Fundación privada Sandretto Re Rebaudengo para exponer su colección de arte contemporáneo, votó ayer en contra de la declaración de «viable» de Patrimonio Histórico. Lo hizo apoyándose en un informe municipal que defiende la necesidad de mantener el edificio por su «importancia histórica y arquitectónica».

Frente al informe municipal, que aseguraba que el edificio es un «interesantísimo ejemplo de arquitectura institucional del periodo republicano», la mayoría de miembros de la Comisión valoró en su veredicto el informe de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, que señalaba «las notables mejoras del proyecto presentado» por la Fundación Ambasz (en el que el aquitecto renuncia a la fachada verde que más reticencias había suscitado); también atendió a «escaso valor arquitectónico» que el Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM) dio al edificio en su informe; y por último tuvo en consideración que por parte de la candidatura «El Sitio del Retiro y el Prado» se señaló en su resolución que «la presencia de una institución cultural de este tipo se inscribe detro de los valores que la propuesta representa».

En cuanto a la solicitud del Ayuntamiento de elevar la protección del edificio (petición que servía al Ayuntamiento para revertir el proyecto de Ambasz) la directora general de Patrimonio Histórico, Paloma Sobrini, trasladó que este asunto «sería objeto de otro expediente de competencia municipal» y recordó al consistorio que la ampliación de la protección «requiere de la actualización por parte del consistorio del Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos», una tarea pendiente por parte del Gobierno de Carmena que Sobrini calificó de «preocupante» tras señalar que han pasado dos años y medio desde que llegó a Madrid.

No parece, sin embargo, que el varapalo de Patrimonio vaya a frenar al Ejecutivo municipal en su guerra contra el Museo Ambasz. El delegado de Desarrollo Urbano Sostenible del Gobierno de Carmena advirtió ayer en declaraciones a Europa Press que el consistorio puede «no autorizar el derribo». Calvo señaló que el Plan General establece que un edificio con catalogación ambiental se puede derribar para construir uno nuevo si se acredita que el propuesto mejora notablemente el existente. Y según su parecer, la nueva propuesta de Ambasz «no ha cambiado sustancialmente».