Muere una empleada de hogar por la tromba de agua

Fue a abrir la puerta del trastero y una riada la sepultó bajo un tabique

Ya llevaba bastante tiempo trabajando como empleada del hogar para la familia que reside en el 40B de la avenida Carondolet, en Conde de Orgaz (distrito de Hortaleza). Ayer por la mañana, antes de la tremenda tromba de agua que asoló Madrid, había salido a sacar al perro de la familia, según una empleada de la limpieza de un domicilio cercano. Una mañana normal, algo fresca para ser ya casi mediados de junio, pero que se tornó en tragedia a eso de las 11:00 horas. La tormenta que cayó sobre la capital, granizo incluido, duró alrededor de 20 minutos pero la fuerza con la que cayó el agua y el mal estado de algunos colectores hizo el resto. En Conde de Orgaz, un barrio noble de la capital, como en tantas otras partes de la región, el agua anegó garajes y trasteros; nada importante restando daños materiales. Sin embargo, en el chalé número 40 de la avenida Carondolet el agua entró en tromba. Una riada fortísima que se llevó por delante todo lo que pilló a su paso. Se desconoce si, en ese momento, la mujer que trabajaba como empleada del hogar en el domicilio bajó al sótano para poner a salvo algunas cosas y, tras abrir la puerta del trastero que da al garaje, entró el agua o quizás quiso abrir para algo el portón del garaje; algo que no consiguió la vecina de al lado, según testigos presenciales.

Sea como fuere, una incontenible riada se llevó por delante el tabique que separa el pequeño cuarto trastero del garaje en la planta baja y se llevó por delante a la mujer, de nacionalidad rumana y de sólo 28 años de edad. Quedó sepultada en pocos segundos y nada se pudo hacer por su vida.

Si ya de por sí se trata de una situación dramática, parece aún más desolador que nadie reparase en su muerte hasta varias horas después. La tromba de agua ocurrió antes de mediodía pero no fue hasta las 17:00 horas aproximadamente cuando los propietarios del domicilio regresaron a casa y se encontraron con la impactante escena. Lo primero que vieron fue el portón del garaje descerrajado y el interior inundado. Tras acceder al domicilio y no encontrar a la empleada doméstica, bajaron al sótano, donde encontraron el cuerpo ya sin vida de la joven. Los propietarios llamaron al teléfono de Emergencias 112, que desplazó al lugar a médicos del Summa y a una dotación de Bomberos que retiró el portón y algunos objetos convertidos ya en escombros. Los facultativos del Summa sólo pudieron certificar la muerte de la joven.

La propietaria del chalé declinó hacer declaraciones a este diario porque la familia de la fallecida aún no conocía la trágica noticia y no quería que se enterase por la Prensa. Poco después agentes de la Policía Nacional se encargaron de contactar con sus allegados y transmitirles el fatídico desenlace. No eran las 21:00 horas cuando los técnicos funerarios se llevaron el cadáver de la joven, que fue trasladado hasta el Instituto Anatómico Forense para practicarle la pertinente autopsia, que determinará las causas de su muerte. Y es que la joven pudo morir de un fuerte traumatismo por el golpe del tabique derribado por el agua o que se cayera y falleciera ahogada posteriormente. El forense encargado también determinará la hora aproximada del fallecimiento.

En la vivienda también trabajaron ayer, según la Jefatura Superior de Policía, los agentes de la Policía Científica y el grupo de Homicidios de guardia esta semana.

Esta fue sin duda la peor noticia de la jornada «pasada por agua» de ayer. En total, el centro de Emergencias 112 gestionó 398 expedientes relacionados con la tormenta, procedentes de un total de 3.370 llamadas. Los bomberos realizaron 75 intervenciones.