Política

Madrid

Poli Díaz, detenido por amenazar a unos policías

El «Potro de Vallecas» trató de arrebatar a los agentes su arma reglamentaria y amagó con sacar un cuchillo. El ex boxeador fue arrestado en el mercado de la droga de la Cañada Real en una operación contra el robo de vehículos

Fotografía de archivo tomada el 03/05/1999 del exboxeador Poli Díaz
Fotografía de archivo tomada el 03/05/1999 del exboxeador Poli Díazlarazon

De nuevo en la Cañada Real Galiana, un enfrentamiento con la Policía, con un arma blanca de por medio, terminó con el ocho veces campeón de Europa de boxeo en comisaría

De nuevo en la Cañada Real Galiana, un enfrentamiento con la Policía, con un arma blanca de por medio, terminó con el ocho veces campeón de Europa de boxeo en comisaría. Poli Díaz fue detenido este lunes acusado de intentar agredir a varios agentes de la Policía Nacional. Se trata de la segunda ocasión en poco más quince meses que el ex boxeador, a sus 46 años, es detenido en el poblado chabolista. Su tortuosa relación con las drogas, su reciente actividad como «kundero» y su relación con habituales del robo de vehículos le han convertido desde hace algunos años, según fuentes policiales, en una persona a la que se puede localizar con relativa facilidad en este punto conflictivo de la región.

El dispositivo que los agentes de la Comisaría de Puente de Vallecas coordinaron para frenar la oleada de sustracciones de coches que viene sufriendo la Cañada Real en los últimos meses terminó convirtiéndose en una trampa para Poli. Una patrulla advirtió la presencia en la zona de una pareja sospechosa. A Policarpio Díaz le acompañaba otro inviduo que, a juicio de los agentes, podría ser el responsable de algunos de los robos con fuerza perpetrados recientemente. Tras dar el alto a estos dos individuos, los agentes les reclamaron su documentación. A partir de ese instante, la tensión se disparó. Tremendamente exaltado, Poli Díaz comenzó a insultar e increpar a los policías. En un momento de la discusión, según el relato policial, llegó incluso a hacer ademán de sacar un arma blanca. De hecho, amenazó a los agentes con agredirles con un cuchillo. Tras las amenazas, uno de los agentes se vio en la obligación de avalanzarse sobre el ex boxeador para inmovilizarle. Poli Díaz reaccionó empujando a este policía y, poco antes de ser reducido y finalmente esposado, trató de arrebatar el arma reglamentaria de otro de los agentes. Una vez inmovilizado, los miembros de la Policía Nacional comprobaron que el detenido no portaba ningún arma blanca pese a las amenazas.

Por todo ello, la patrulla ordenó la detención del ex deportista por la comisión de dos delitos, uno de atentado contra la autoridad –derivado del amago de hacerse con el arma de uno de los policías– y otro de intento de lesiones.

Y es que, con la gloria de sus éxitos sobre el ring ya muy lejos, la Cañada Real parece haberse convertido en la nueva «oficina» del ex campeón. Su presencia en el sector 6 de la Cañada, el más conflictivo por la invasión de redes dedicadas al tráfico de drogas, terminó con su detención en abril de 2013. En aquel momento fue a parar a comisaría acompañado de su hermano y de un amigo, después de que agrediera a un toxicómano con un destornillador. El objetivo era cobrar una deuda. Un episodio que pasó entonces a engrosar la lista de antecedentes de Poli Díaz –en 2012 protagonizó una reyerta en un bar y dos meses después fue víctima de un ataque en el que terminó siendo apuñalado–, relacionados en la mayoría de los casos con sus coqueteos con la droga. No en vano, él mismo ha reconocido el estrecho vínculo existente entre las drogas y el boxeo. Y es que, tal y como cuenta en su biografía «A golpes con la vida», cuando los éxitos sobre la lona empezaron a llenarle de ceros la cuenta corriente comenzaron sus adicciones. En mitad de ese escenario se cruzó además una novia portuguesa aficionada a los lujos y a la fiesta. Con ella, relata Poli, probó la cocaína. El siguiente paso fue la heroína. Y de ahí, su caída en picado. «Boxeaba sólo para drogarme». Cuando dejó el deporte y los ingresos cayeron de golpe, llegó incluso a inventarse montajes para la prensa del corazón –al margen de su fugaz incursión en la industria de las películas porno– con las que poder obtener su dosis de heroína en La Rosilla.

Su etapa como «kundero»

Aunque su actual mujer, Eva, según él mismo ha reconocido, le alejó del infierno de las drogas –en Vallecas, donde vive el matrimonio, la consideran «el ángel de la guarda» de su marido–, sus últimos encontronazos con la Policía desmienten esta rehabilitación. De hecho, la agresión protagonizada por él y por su hermano el año pasado reveló sus flirteos con este mundo como «kundero». El toxicómano agredido, por ejemplo, había sido cliente de Poli y le había dejado a deber un viaje. A bordo del Ford Fiesta de su hermana, según se desprendió de la investigación policial de aquel altercado, había ejercido como «kundero» durante largas temporadas. En ese tiempo, se acostumbró a realizar viajes a la Cañada Real para acercar a toxicómanos a que compren su dosis de heroína. A cambio, los clientes abonan al «kundero» un viaje que oscila entre los cinco y los veinte euros.

Antes de su detención en 2013, Poli Díaz pasó varios días en el Hospital Infanta Leonor tras ser víctima de un punzamiento en la pierna y una herida de arma blanca en el pecho tras una acalorada discusión en un restaurante. Dos meses antes, sus vecinos del barrio ya habían visto al «Potro de Vallecas» envuelto en otra pelea, relacionada con su declarada enemistad con el conocido como «clan de los rusos».

Sus penúltimos «golpes»

«Combate» en plena calle al lado de su casa

- En septiembre de 2012 el ex boxeador acabó a puñetazo limpio en plena calle. Poli Díaz protagonizó una reyerta en un bar cercano a su domicilio, el «Pon de beber». Situado a escasos 200 metros de su casa, testigos de esta pelea aseguraron que Díaz acudió a la zona del bar tras escuchar a una mujer pedir ayuda. Aprovechando que acudió a esta llamada de auxilio, cuatro hombres le asaltaron y le dieron una paliza en el barrio de Palomeras del distrito de Vallecas.

Hospitalizado tras recibir una puñalada

- En noviembre de 2012, también cerca de su domicilio pero esta vez en un parque, Poli Díaz fue abordado por un grupo de personas. Una de ellas le propinó una puñalada en el pecho (que no llegó al corazón gracias a las costillas) y otra en una pierna. El vallecano llegó al hospital, donde estuvo ingresado varios días, también con numerosas contusiones. Entonces acusó a unos rusos como presuntos agresores, aunque aseguró que él no tenía deudas con nadie.

Pelea para cobrar una deuda de 5 euros

- El último «golpe» conocido del «Potro de Vallecas» se produjo en abril de 2013. Entonces Díaz era detenido junto a su hermano y un amigo tras agredir con un destornillador a un toxicómano en la Cañada Real. Al parecer, habían acudido a la zona de Valdemingómez a cobrar una deuda de apenas 5 euros y la familia acabó a puñetazos con los deudores. Llegaron incluso a sacar un destornillador y atacaron por la espalda al «yonqui» al que habían ido a buscar. Los tres fueron detenidos y trasladados a la Comisaría de Villa de Vallecas. La víctima, que recibió fuertes golpes en la cabeza, solicitó el alta voluntaria en el mismo lugar de la agresión.

Un habitual del sector más conflictivo de La Cañada

En los últimos años, «El Potro de Vallecas» se ha convertido en un habitual de la zona de la Cañada Real más cercana a su domicilio, la conocida como sector 6 que (entre Vallecas y la A-3) aglutina a buena parte de las tiendas de la droga de la Comunidad de Madrid, y, con el desmantelamiento de otros poblados chabolistas, ha pasado a ser el gran supermercado del narcotráfico en España. Allí, entre toxicómanos que acuden en busca de todo tipo de estupefacientes y que aprovechan el «viaje» para fumarse allí mismo sus pipas de heroína Poli Díaz fue detenido en abril del año pasado.