Madrid

Rocía con un espray al atracador de su farmacia

La oleada de robos a estos negocios las últimas semanas no deja muy bien parados a los atacantes. Sólo en tres días ha habido tres asaltos

Uno de los últimos establecimientos atacados está en el número 2 de la calle Madre Antonia París, en Ciudad Lineal
Uno de los últimos establecimientos atacados está en el número 2 de la calle Madre Antonia París, en Ciudad Lineallarazon

La oleada de robos a estos negocios las últimas semanas no deja muy bien parados a los atacantes. Sólo en tres días ha habido tres asaltos

La Policía sospecha de que se trata del mismo individuo, pero aún no han logrado dar con él. Los agentes tendrían prácticamente que pillarle in fraganti porque, al actuar siempre tapado, las descripciones que las víctimas dan del individuo son muy limitadas. Se trata de un atracador que las últimas semanas está atemorizando a los farmacéuticos de la capital, concretamente de distritos como Puente de Vallecas y Ciudad Lineal, aunque también hay otras bandas que «trabajan» en localidades del extrarradio. Todos los establecimientos, eso sí, son farmacias.

El caso reciente más llamativo ocurrió el pasado lunes 31 de octubre. A las 18:30 horas, un individuo entró con el rostro completamente cubierto a excepción de los ojos a la farmacia de la calle Madre Antonia París, 2, en el barrio de La Concepción (Ciudad Lineal). Los empleados, que en ese momento estaban en el interior, primero pensaron que se trataba de una broma porque muchos críos celebraban Halloween aquella tarde y había mucha gente disfrazada por la calle. Por eso al primer «¡Esto es un atraco, tiraos al suelo!» ninguno hizo caso.

Cuando el individuo –español, en torno al metro ochenta de altura, entre 30-35 años y vestido con capucha negra y cazadora del mismo color– volvió a repetirlo con más violencia, ya se lo creyeron pero, no obstante, ninguno le hizo caso. Así, el tipo, según explicó ayer una de las víctimas, sacó un arma de fuego (puede que simulada) para intimidarlos. En esos momentos, una de las empleadas cogió un espray de pimienta y, sin pensarlo bien, roció al atracador en varias ocasiones. Él optó por salir corriendo del lugar como pudo. «Cuando me vio que cogía algo me amenazó diciendo que dispararía a mi compañero, pero en ese momento no lo pensé bien y me salió así como un acto reflejo», contó la mujer a este diario.

Dos días después, cuatro individuos trataron de robar también en una farmacia de Ciudad Lineal. Fue en la madrugada del día 2 de noviembre. A las 1:45 horas en la calle Asura, 41. El propietario del establecimiento, al parecer, vive justo arriba y llamó a la Policía en cuanto escuchó golpes en la luna del escaparate. Se asomó y vio a cuatro personas que huían en un vehículo negro, pero no pudo aportar más datos, según fuentes policiales. Esta vez sí consiguieron llevarse la caja registradora del interior del local, que tendría unos 40 euros, según denunció la víctima.

No había pasado ni media hora cuando de nuevo cuatro individuos (se desconoce si se trata de los mismos) entraron por la fuerza en otra farmacia. Esta vez fue en Leganés, la que está situada en el número 8 de la calle del Carmen. Eran las 1:40 horas y los testigos sólo vieron a cuatro personas que huían en un Golf matrícula BZN –que figuraba como sustraído desde el 13 de octubre– tras haberse llevado la caja registradora de seguridad que estaba anclada a un mueble. Para ello rompieron el cristal de la puerta que daba acceso al interior del almacén de la farmacia. El dueño no pudo concretar cuánto dinero había.