Madrid
Se busca tándem ganador
Parece imposible que, sin haberse designado candidato para las elecciones Europeas –cuando apenas quedan veinte días–, en Madrid ya se esté hablando de los cabezas de cartel de las municipales y autonómicas de 2015.
Parece imposible que, sin haberse designado candidato para las elecciones Europeas –cuando apenas quedan veinte días–, en Madrid ya se esté hablando de los cabezas de cartel de las municipales y autonómicas de 2015. El motivo es sencillo: se cuentan hasta cinco candidatos para sólo dos puestos.
En la carrera autonómica se sitúa en primer lugar y en un escalón diferente –por ser el único que ha mostrado sus cartas– Ignacio González, actual presidente de la Comunidad, secretario general del partido en Madrid y aspirante a continuar en la Puerta del Sol. Junto a González, cuatro mujeres que, al no haber desvelado claramente sus aspiraciones , se las presupone posibles cabezas de cartel tanto del Ayuntamiento como de la Comunidad, y que son: Esperanza Aguirre, cuyas contínuas apotaciones a la vida política regional la sitúan como aspirante a la Alcaldía de la capital, el único cargo que no ha desempeñado. Ana Botella, que nunca se ha descartado para repetir como alcaldesa de la capital. La delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, que pese a que públicamente se ha descartado, su nombre no desaparece de las quinielas al Ayuntamiento como a la Comunidad.
Y a estas tres habría que incluír a Lucía Figar a la que su discrección no le impide estar en todos los mentideros. Sus credenciales:es la consejera más antigua y joven de Sol y por su matrimonio con el que fuera jefe de gabinete de Aznar se le reconocen muy buenas relaciones con Génova.
Aunque todos ellos se empeñan en afirmar que no están en ninguna carrera electoral, lo cierto es que cuanto menos se podría decir que ya están calentando. Los desencuentros de la alcaldesa de la capital y la delegada del Gobierno a cuenta de las manifestaciones en Madrid y las ruedas de prensa periódicas de Esperanza Aguirre en Génova –en las que la presidenta del PP da sus impresiones sobre absolutamente todo lo que sucede en la región–, son algunos ejemplos de la «gasolina» con la que se avivan las quinielas.
El último episodio del serial «futuros candidatos» lo protagonizaron ayer González y Botella. El presidente de la Comunidad afirmó en una entrevista en la «Cope» que sería «muy difícil ganar en la Comunidad si el PP no gana el Ayuntamiento, ya que la ciudad representa el 55% del electorado». Preguntado por quién sería esta persona, González respondió: «Yo quiero el que aporte más votos».
El comentario obtuvo rápida respuesta en Cibeles. Botella también defendió que deberán presentarse como candidatos aquellos que «aporten más votos». Y puntualizó que ganar el Ayuntamiento «no es condición suficiente» para ganar la Comunidad. Como ejemplo puso los comicios de 1991, en los que Álvarez del Manzano consiguió la alcaldía por mayoría absoluta, pero Alberto Ruiz-Gallardón perdió la Comunidad frente a una alianza PSOE-IU liderada por Leguina.
Casos puntuales al margen, lo que se puso sobre la mesa fue, una vez más, la posibilidad de crear «alianzas ganadoras». Aunque Mariano Rajoy dejó claro el pasado mes de febrero en Andalucía, y ahora en Europa, que es él quien elige el candidato y que lo suyo es apurar los plazos, lo cierto es que en Madrid, los populares están decididos a ser ellos quienes propongan los nombres de los cabezas de cartel al presidente del partido, «tal y como dicen los estatutos», añaden, y que sea éste quien «designe». Tras el cruce de declaraciones de ayer, muchos vieron la intención de presentar al Comité Nacional una candidatura al Ayuntamiento y a la Comunidad en tándem. Una pareja fuerte que asegure la victoria.
Madrid es una de las plazas más importantes para el PP; no sólo por el número de votos, sino por su valor simbólico como capital de España y bastión del PP desde hace más de veinte años.
Sin lugar a dudas, entre todos los nombres que se barajan en las quinielas, el tándem «natural» sería el de Esperanza Aguirre/ Ignacio González. Han trabajado juntos desde que se conocieron en el Ayuntamiento de Madrid, a principios de los ochenta, y su relación nunca ha mostrado fisuras. No tendrían que superar ningún escollo en el nivel «regional» del partido, puesto que son ellos quienes lo controlan; ella como presidenta y él, secretario general. Sin embargo para que se hiciera realidad, Aguirre tendría que volver a la primera línea, un espacio que en nunca ha abandonado del todo y del que dicen sus más allegados que estaría dispuesta a renunciar si se lo pidiera el partido y por tanto, contara con el respaldo de éste para gobernar.
La pareja actual, la formada por Botella/González, tiene más opciones de las que podría parecer cuando se hicieron con los mandos de Cibeles y Sol. En este tiempo han devuelto «la paz» a Madrid. Nada se ha sabido de las hachas que periodicamente se levantaban en la era Aguirre/Gallardón y han mostrado su sintonía en más de una ocasión; la última, a cuenta de la propuesta de limitar las manifestaciones.
Las combinaciones, sin embargo, se multiplican si finalmente son Cristina Cifuentes o Lucía Figar las designadas para liderar a los populares en Madrid. Sus currículum, presencia en el Comité Ejecutivo del PP de Madrid y buena sintonía con Génova las convierten en posibles candidatas en cualquiera de las plazas, aunque para ello primero tienen que tener el visto bueno del aparato regional y nacional. Se abren las apuestas.
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