Pekín
Si quiere vender diga «Nín hao»
Una guía en vídeo enseña a los comerciantes a «conquistar» a los turistas chinos, los que más gastan en sus visitas a la Comunidad de Madrid
Para los madrileños a estas alturas las técnicas de venta de los empresarios chinos que desarrollan su actividad en distintos establecimientos de la Comunidad no son ningún misterio: silenciosos y meticulosos, pueden llegar a pasar horas y horas dentro de sus negocios para ofrecer un buen servicio a sus clientes. A la inversa, sin embargo, las cosas no están tan claras. Y es que debido al aumento de turistas procedentes del país asiático, la Consejería de Economía y Hacienda regional ha decidido poner en marcha una campaña para que nuestros comerciantes conozcan a estos poderosos clientes potenciales. Para ello ha editado un video en el que advierte a los empresarios madrileños de las cosas que gustan, y también de las que molestan, a los visitantes procedentes de China.
Ellos son en su mayoría turistas aficionados a las compras, y la gran de los que recalan en la región tienen un poder adquisitivo medio-alto. Sólo en el primer trimestre de este años el número de viajeros procedentes de este país ha crecido un 24,7%, según los datos de la embajada española en Pekín. Por eso, se han convertido en el principal objetivo de los empresarios españoles, que ya estudian cómo complacerles.
En el vídeo, que se ha realizado con la colaboración de la Cámara de Comercio, se explica que los chinos buscan «experiencias auténticas» y que las compras son «una parte más de su ocio». Nada mejor que recibirles con un «Nín hao» (hola) cuando entren a su negocio, porque ellos entenderán que se trata de un guiño cultural y que en esa tienda se atenderán su mentalidad y costumbres. Media venta ya estará hecha.
Uno de los principales problemas que los turistas asiáticos se encuentran en los comercios de la capital está directamente relacionado con la forma de ser en nuestro país. Ellos aborrecen que los artículos se señalen con un solo dedo, que los dependientes tengan algún tipo de contacto físico con ellos o que les sigan por la tienda recogiendo las cosas que ellos descartan. Les gusta que los objetos que van a adquirir sean tratados con la mayor de las delicadezas y, si es posible, que los tenderos se los muestren utilizando sus dos manos. Los empresarios madrileños conseguirán meterse en el bolsillo si al concluir la venta, vuelven a emplear ambas manos para entregarles una tarjeta en la que aparezcan la dirección, tienda online o cualquier tipo de información sobre la historia de la tienda. Ésta es, dicen los expertos, una de las mejores técnicas de marketing en el caso cuando se trata con clientes chinos: entregarles una tarjeta en la que aparezcan la dirección, tienda online o cualquier tipo de información sobre la historia de la tienda, datos que ellos –que, más allá de lo que lean en sus guías ,valoran las recomendaciones de sus compatriotas y amigos– no tardarán en subir a otra de sus pasiones, las redes sociales.
Nunca un sombrero verde
Otra de las cuestiones con las que hay diferencia son las tallas. Es evidente que asiáticos y españoles no tenemos las mismas medidas. A través de la Fundación Orient se han creado fichas con información descriptiva sobre colores, materias y tallas, así como de las fechas más importantes en la cultura china y a las que se pueden dirigir las promociones, para lograr que los productos españoles se les ajusten como anillo al dedo a los visitantes procedentes de Asia.
Junto con estas reglas generales la Comunidad también aconseja sobre cosas más particulares que lograrán a los comerciantes madrileños dejar a sus clientes chinos satisfechos. No les llaman la atención las rebajas, al menos a priori, aunque las agradecen cuando la venta se va a cerrar; el 8 (número de la suerte y el progreso en su país) logra atrapar su atención mientras que las cifras con muchos cuatros les espantan. Tendrá venta segura durante el próximo viaje de sus clientes chinos a Madrid aquel empresario que les facilite el papeleo del «tax free» y que empaquete bien sus productos. Para ellos son tan importantes los artículos como su envoltorio, aunque éste debe ser sencillo de quitar en caso de que se les solicite en la aduana. Por último, si tiene una empresa de sombreros o tocados, mucho ojo, nunca les ofrezca uno verde porque para ellos los gorros verdes aluden a la infidelidad.
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