Recuperar «el culto» en la catedral Santa María La Vieja

La catedral antigua de Cartagena, la Santa María La Vieja, sigue siendo uno de los pilares sobre los que el Gobierno local tiene puesto su interés. Por ello, para mantener viva su historia y hacerla accesible a todos los ciudadanos, el alcalde del municipio, José López, acompañó ayer al obispo, José Manuel Lorca, en una visita al edificio eclesiástico para conocer de primera mano el estado actual y mostrarle así su interés por que la catedral se reconstruya. Por ello, le pidió a Lorca que con el trabajo de rehabilitación se «recupere la dignidad y vuelva el culto que nunca se debió perder».

Santa María La Vieja, la única que no se reconstruyó tras la Guerra Civil, es todo un símbolo en la historia cultural de Cartagena, por la que numerosos grupos de vecinos llevan desde hace décadas pidiendo su renovación, y por ello, el arquitecto de la Diócesis, Juan de Dios de la Hoz, explicó que las últimas reformas que se han llevado a cabo son para consolidar las cornisas y evitar así problemas de desprendimientos.

Por su parte, el obispo Lorca afirmó que es importante «tomar conciencia de lo que significa este templo en este momento y circunstancias, así como los proyectos de futuro que necesitan una reflexión detenida, pues ojalá podamos disfrutar dentro de poco de una iglesia tan bien conservada y cuidada».

Asimismo, el edil de Cartagena recordó que durante 700 años, no ha habido ninguna generación «que no haya pedido que se restaure la catedral y, sobre todo, durante mucho tiempo se ha demandado que el obispo vuelva a su sede, la sede de la diócesis que es Cartagena».

Rotos en las capillas

López señaló que desde el Parque Cornisa se han tirado piedras a las cristaleras de las capillas que se habían reparado, causando así múltiples daños a este edificio histórico.

Incluso, se levantaron tejas, por lo que transmitió su intención de hablar con la Dirección General de Bienes Culturales para ver si permiten algún tipo de colocación de medios que impidan que se suban al techo de la capilla del Cristo del Socorro para cuando los jóvenes vayan a beber. «Tenemos miedo por el daño que le están causando a los restos del edificio así como los daños personales».