Al rescate de la Inmaculada del mariscal Soult

La presencia de la obra de Murillo «La Inmaculada de Los Venerables» en la exposición «Murillo y Justino de Neve, el Arte de la Amistad» ha despertado muchas conciencias. La asociación «Sevillasemueve» ha elaborado un manifiesto en el que insta al Ayuntamiento, la Junta de Andalucía, el Gobierno central, el Museo del Prado, la Fundación Focus Abengoa y el Arzobispado a llegar a un acuerdo para que el lienzo regrese definitivamente a a su emplazamiento original en Sevilla. También ha puesto en marcha una recogida virtual de firmas para tal fin.

Durante la invasión francesa, el mariscal Soult sustrajo más de 400 obras de arte de reconocidos autores, entre las que se encontraba el cuadro ahora expuesto en la capital hispalense. Según recuerda la asociación, «muchas de estas obras acabaron en manos privadas y otras fueron devueltas al Estado español en el siglo XX. Sin embargo, los responsables políticos de la época decidieron que las obras no realizarían el camino de vuelta al completo, por lo que las obras de arte de origen sevillano quedaron finalmente en Madrid».

«Sevillasemueve» reparte responsabilidades entre todas las administraciones. Considera que el Ayuntamiento es el representante máximo de la ciudad, «principal beneficiaria por la vuelta de la obra», por lo que le exige que encabece las conversaciones para propiciar el regreso. También pide la colaboración de la Junta porque es la institución que «más competencias aglutina en este campo» y reclama al Gobierno central que inicie la devolución «junto a todas las administraciones».

El presidente del colectivo, José María Bascarán, hace un llamamiento a la sociedad civil sevillana y al empresariado a hacer un «frente común y movernos contra el injusto desprecio a Sevilla cometido siglos atrás y convalidado, por omisión, hasta nuestros días».

En este sentido, asegura que el manifiesto «buscar aunar apoyos de todos, ya que estamos ante una obra que pertenece a la ciudad y que debe quedar aquí». En este punto, Bascarán puntualiza que la asociación «es laica», aunque subraya que «es compatible y deseable la unión entre el sentir religioso de muchos con el gusto por el arte de la mayoría».

Pero esta petición va más allá de una simple llamada de atención a las administraciones. Según Bascarán, «pretendemos poner sobre la mesa la riqueza del patrimonio histórico-artístico de Sevilla que se encuentra repartido fuera de la ciudad», por lo que servirá también como «instrumento de concienciación».