Huelgas
El intrusismo pone en jaque al sector del taxi
Convocan una protesta para que Junta y Consistorio articulen sanciones
El sector del taxi está decidido a poner pie en pared. Desde hace años los conductores vienen detectando la presencia de particulares que realizan labores de taxista sin contar con la respectiva licencia. Por ello, la Unión Sevillana del Taxi ha convocado al sector a secundar un paro técnico el próximo 5 de diciembre, que coincidirá con una concentración frente a la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta.
El colectivo reclama una normativa que permita sancionar a los intrusos, tal y como ocurre en las comunidades de Baleares y Murcia. «Con la crisis ha aumentado esta práctica en barrios como la Macarena, en la estación de Santa Justa y en el aeropuerto, especialmente los fines de semana», lamenta Fernando Morales, presidente de la Unión Sevillana del Taxi. Sin embargo, Morales es consciente de la dificultad que entraña que la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento alumbren la norma. «Son de diferente color político y será muy difícil el acuerdo», subraya.
Mientras, el conflicto sigue latente en escenarios como el aeropuerto. Allí, la lucha la mantienen los conductores de la capital y los de otros municipios cercanos e incluso de otras capitales andaluzas. Estos últimos -agrupados en la Asociación de Transportistas Onubenses (ATO), la Asociación General de Transporte y Autónomos (AGTA) y la Federación Nacional de Asociaciones de Transportistas de España (Fenadismer)- han enviado una carta al alcalde, Juan Ignacio Zoido, en la que denuncian «coacciones y agresiones» por parte de los taxistas sevillanos por prestar servicio en la terminal. Entre otras acciones, critican que han sido objeto de «zarandeos, pinchazos de ruedas, rotura de lunas y arañazos», por lo que piden la mediación del regidor para que no se vuelvan a repetir estas escenas.
La Unión Sevillana del Taxi condena «cualquier tipo de acto violento» entre los profesionales, aunque cree que los enfrentamientos se producen porque los ayuntamientos «han dado licencias a diestro y siniestro y ahora todos buscamos clientes donde sea». A su juicio, en tiempos de bonanza económica los consistorios otorgaron licencias de una manera «clientelista».
Morales subraya el ejemplo significativo de Cartaya. La flota de taxis pasó de cinco a nueve durante el último mandato del socialista Juan Antonio Millán -que ha estado 20 años al frente de la Alcaldía y perdió el bastón de mando en las elecciones municipales de 2011-. Según Morales, «Millán prometió la construcción de campos de golf y urbanizaciones que aumentarían la demanda de taxis, pero finalmente esto no fue así y ahora hay más profesionales que demanda real».
«Hay mucho pataleo en el sector», reconoce el presidente de la Unión Sevillana del Taxi, al tiempo que exige a los ayuntamientos realizar estudios de mercado «reales» que determinen las necesidades de transporte.
Morales insiste en defender que el aeropuerto sevillano «ya tiene a sus taxistas» y que los profesionales sevillanos, por ejemplo, no pueden prestar servicio desde otros aeropuertos como el de Jerez de la Frontera o el de Málaga.
El Ayuntamiento y el sector están intentando atajar el problema de la sobreoferta de taxis en la ciudad con el rescate de licencias, un proceso que, a juicio de Morales, se está desarrollando «lentamente», aunque «el camino que se está siguiendo es el correcto». De momento, el Consistorio ha rescatado un total de 75 licencias y todavía quedan 150 más. Según las estimaciones del sector, sobran un total de 600.
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