Sociedad
Estado de crispación: Sevilla suma el doble de protestas que ATENAS
La ciudad registró 2.100 manifestaciones en 2012 y mantiene seis diarias de media
El malestar generalizado se ha empadronado en Sevilla. El estado de indignación deviene en rabia, y se nota en la calle. El que esté libre de recorte, que tire la primera piedra. La capital, día sí, día también, deviene en «manifestódromo» itinerante
El malestar generalizado se ha empadronado en Sevilla. El estado de indignación deviene en rabia, y se nota en la calle. El que esté libre de recorte, que tire la primera piedra. La capital, día sí, día también, deviene en «manifestódromo» itinerante. De San Telmo a la Plaza Nueva, pasando por cada sede de Consejería y espacios representativos como el Metropol Parasol. De lunes a domingo. En 2011, la ciudad acogió cerca de 2.000 protestas, unas cinco al día de media. Según informó la Delegación del Gobierno a LA RAZÓN de Sevilla, en la ciudad se desarrollaron durante el pasado 2012 un total de «2.100 manifestaciones y/o concentraciones». Una media cercana a las seis protestas diarias (5,75). En 2013, la tendencia se mantiene. En enero, 179; 5,9 diarias. Para este mes de febrero (las protestas se pueden anunciar con un mínimo de diez días de antelación), ya hay 129 convocatorias previstas. La capital de uno de los países más maltratados por la crisis y la mala gestión de sus dirigentes, Atenas, contabilizó un promedio de tres protestas diarias en 2012.
Las cifras de Sevilla son parejas a las de Barcelona (6) y no se alejan demasiado de las de Madrid (6,4), pese a la diferencia poblacional existente. La capital de España sola duplica el censo de la ciudad de Sevilla y su área metropolitana juntas, con más de tres millones de habitantes. En cualquier caso, como capitales de comunidad, ambas concentran también protestas que sobrepasan el ámbito local. Valencia roza las cinco concentraciones al día. Capitales como Berlín sobrepasan las 11 protestas diarias. Atenas, por su parte, con una población similar a Sevilla e imagen del descontento ante los ajustes, se sitúa en las tres concentraciones diarias.
Los policías locales, los nacionales, los bomberos, guardias civiles, militares, funcionarios de prisiones, trabajadores de la Justicia, profesores de guardería, Lipasam, con huelga de basura incluida... Las protestas no cesan en la capital; ya sean de ámbito local, regional o, incluso, nacional. Los día de Pleno municipal, los trabajadores de Mercasevilla son fijos, igual que los miembros de Servicio de Extinción de Incendios, las vecinas de la Corrala Utopía, el 15M, los empleados de otras empresas locales o hasta el gremio de los peluqueros. El desgaste de los ajustes y la crisis.
Los sindicatos y la derecha
El análisis de las cifras muestra un repunte de protestas con el PP en el Gobierno. Las cifras dicen que los sindicatos, afinidad manda, son más dados a echarse a la calle con la derecha en el poder; lo que no quita que exista un clima de desgaste ante los recortes. A nadie le gusta que le metan la mano en el bolsillo en nombre de un supremo bien común unos señores que viajan en coche oficial. Casualidad o no –los gobernantes no son muy aficionados a que les monten jaleo y les presionen en la cara; por ello, en parte, nació el «fondo de reptiles» de la Junta e hicieron carrera «apagafuegos» profesionales como Francisco Javier Guerrero–, algunas manifestaciones coinciden con reacciones, y soluciones, inmediatas de las instituciones.
Gasto extra
Crispación aparte, las manifestaciones conllevan cortes de tráfico, calles sucias y molestias para los ciudadanos. (También, ingresos para los servicios alrededor de las zonas de protesta). Sólo la limpieza posterior a una concentración precisa una baldeadora, una barredora, un camión brigada, un capataz y un mínimo de siete operarios de Lipasam. Esto es, como poco 1.300 euros por concentración. En 2011, se invirtieron en este aspecto 2,4 millones. Aparte, está el despliegue policial y los retrasos de los servicios públicos (unas 1.200 horas perdió Tussam sólo en junio de 2012, 60.000 euros, por los desvíos). En la campaña electoral, Zoido cifró en 200 millones anuales la partida extra con la que la Junta debería compensar a Sevilla por las contraprestaciones de la capitalidad. No se descarta que tenga que convocar una manifestación para reclamar la partida.
El derecho a manifestarse se regula en el artículo 21 de la Constitución y en la Ley Orgánica 9/1983. El artículo 494 del Código Penal establece de seis meses a un año de prisión para aquellos que promuevan, dirijan o presidan manifestaciones u otra clase de reuniones ante las sedes del Congreso, Senado o Parlamento en caso de estar reunido y se altere su funcionamiento.
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