Crisis

Hontanares se pliega a la pandemia: otro emblema de Madrid que cierra por el virus

La famosa cafetería de Avenida de América cierra tras 54 años de actividad con 19 empleados en plantilla ante la falta de turistas y de trabajadores de la zona

El Covid provocó el cierre definitivo de la histórica cafetería Hontanares
El Covid provocó el cierre definitivo de la histórica cafetería HontanaresAlberto R. RoldánLa Razón

Si se llega a la estación de Atocha con gusa –haya sido un trayecto largo o corto en tren–cualquier enterado sabía nada más bajar del andén la primera parada es «El diamante». Algo similar sucedía con Hontanares, situado en un lugar estratégico de Avenida de América, enfrente del intercambiador, donde entre viajeros, vecinos y trabajadores de la zona se había convertido en un lugar de parada y fonda para tomarse un respiro entre las ideas y venidas por Madrid.

Hontanares ya es historia de la capital. Otro negocio de hostelería más que se pliega ante la pandemia y echa el cierre ante las dificultades de conciliar los ingresos con los gastos. Con su decoración demodé era de esas cafeterías que solo se valoran cuando ya no existen. Porque además del café con churros cuando, que diría un castizo, ni siquiera se habían puesto las calles y el pincho de tortilla de media mañana, también tenía su propio obrador y pastelería.

Uno de sus responsables ofrece el diagnóstico que los ha llevado a este triste final. «Muchos de nuestros clientes eran viajeros del resto de España y algún que otro turista que ya no vienen a Madrid. Otra gran parte lo formaban personas mayores, habituales, que tenían miedo a estar en lugares cerrados», explican desde la empresa. Otra de las estocadas ha sido el teletrabajo, los empleados que iban a desayunar o a llevarse un bocadillo o un sándwich a la oficina cuando las tareas laborales se multiplicaban.

Tampoco hay que obviar su gran barra –de casi 30 metros– en la que casi había que pedir la vez para tomarse algo rápido. Las necesarias restricciones en hostelería –servicio de barra, las mesas de terraza con la distancia pertinente– también han menguado su clientela. Y con el servicio de comida preparada no era bastante para sostener económicamente el establecimiento, entre los gastos de personal y de alquiler. «La crisis sobrevenida por la Covid-19 nos ha arrasado», afirman. Lo que todavía no tienen claro sus responsables es valorar que van a hacer en el futuro. Lo primero es recuperarse del golpe que han sufrido. «Ya veremos», declararon a Efe.

El Covid provoca el cierre definitivo de la histórica cafetería Hontanares.La conocida cafetería, bar y pastelería Hontanares, situada en la plaza de la Avenida de América de Madrid, ha cerrado esta semana sus puertas definitivamente, consecuencia de las pérdidas económicas acarreadas por la pandemia del coronavirus, han confirmado a Europa Press fuentes de la empresa.
El Covid provoca el cierre definitivo de la histórica cafetería Hontanares.La conocida cafetería, bar y pastelería Hontanares, situada en la plaza de la Avenida de América de Madrid, ha cerrado esta semana sus puertas definitivamente, consecuencia de las pérdidas económicas acarreadas por la pandemia del coronavirus, han confirmado a Europa Press fuentes de la empresa.Alberto R. RoldánLa Razón

Ayer, seguía activo su teléfono... en teoría. Tal era la envergadura de su oferta que, cual empresa pujante y adaptada a los tiempos, había cuatro departamentos a los que llamar: administración, barra o sala, pastelería y cocina. Estaba operativo, en según qué momentos, ya que la mayoría de las veces la voz aséptica de una compañía telefónica decía el número ya no existía. Sin embargo, una de las veces respondió un interlocutor que se disculpaba porque «estaba reunido». La voz se oía al otro lado del móvil entre triste y preocupada. Es de suponer que el escenario que se queda dentro, después de echar la persiana, es darse de cara con la realidad en forma de documentos y demás papeleo.

Hontanares abrió en 1966, 54 años en activo sin tomarse ni un día libre. Según Europa Press, cada jornada pasaban unas 1.600 personas, un trasiego mayúsculo que en los últimos meses descendió considerablemente. La carta era extensa, con más de 35 menús, a lo que había que sumar los bocadillos, hamburguesas, tapas, bollería, pan recién horneado. En las épocas de mayor pujanza llegaron a tener contratados a 30 empleados; en la actualidad eran 19.

Este es el penúltimo local con solera que cierra en la capital. El Hard Rock Café Madrid se despidió de los madrileños en julio tras 26 años abierto, aunque sus responsables afirmaron en su momento que «esperaban regresar pronto». En septiembre fue El burladero, un famoso bar de copas, sito en la calle Echegaray, cuya decoración era taurina y flamenca. Sus famosos azulejos, que decoraban su entrada desde hace 24 años, han sido vendidos a un cliente originario de México que quiere abrir un local que guarde su esencia. A ellos le siguió Zalacaín y la reestructuración de Joy Eslava.