Las cámaras de vigilancia ya apuntan al mayor foco contaminante de la capital

Los datos medioambientales son tozudos: año tras año, mes tras mes, el principal foco de contaminación en la capital se concentra en Plaza Elíptica. De las 24 que se encuentran en Madrid, la estación situada en este punto del distrito de Carabanchel lidera la mayor tasa de partículas de dióxido de nitrógeno (NO2). Un gas emitido en los procesos de combustión, sobre todo en motores diésel, y cuyos efectos son devastadores para el organismo: afecciones de órganos, como el hígado o el bazo, o de sistemas como el circulatorio o el inmunitario, sin olvidar tampoco las infecciones pulmonares e insuficiencias respiratorias. El pasado septiembre, último mes del cual están publicados los datos completos, Plaza Elíptica registró un valor medio de 38 microgramos por metro cúbico, por delante de otras zonas históricamente conflictivas como Escuelas Aguirre (33), Plaza de Castilla y Villaverde (ambas con 31) y Ramón y Cajal y Cuatro Caminos (las dos con 30).

Un Centro más limpio

En lo que va de noviembre, la tónica es similar. El valor medio alcanzado por Plaza Elíptica se sitúa en los 39 microgramos de NO2, muy por delante del resto. Y con bastante más acumulación que las estaciones situadas en la zona de Distrito Centro, el antiguo perímetro de Madrid Central, donde regresaron las sanciones por circular con vehículos que no sean CERO o ECO. Es el caso de Plaza del Carmen, con un acumulado de 29 microgramos por metro cúbico, y Plaza de España, con 28.

La cifra de Plaza Elíptica es preocupante, entre otros motivos porque linda con el límite del valor medio anual establecido por la legislación para proteger la salud: 40 microgramos por metro cúbico. Sin embargo, presumiblemente, las cifras deberían comenzar a bajar dentro de un mes, cuando el área comience a estar limitada para los vehículos a motor y pase a funcionar como Zona de Bajas Emisiones (ZBE).

De hecho, las cámaras de vigilancia ya se encuentran instaladas en el perímetro, cuyo ámbito estará delimitado por la A-42, entre Avenida de Los Poblados y Calle 30. En esencia, estos dispositivos vigilarán que no entren en la zona vehículos sin etiqueta ambiental, tanto turismos como vehículos de Distribución Urbana de Mercancías. Esto es, todos aquellos fabricados antes del año 2000 (gasolina) o previamente al año 2006 (si el combustible es diésel).

La nueva ZBE entrará en vigor el próximo 22 de diciembre. Pero, tal y como ha ocurrido con Distrito Centro, comenzará con un periodo de preaviso de dos meses. La multa por acceder sin estar autorizado será de 90 euros, 45 con pronto pago –es decir, si se abona en los primeros 20 días naturales–.

Más de 7.000 coches

¿Qué ocurre en Plaza Elíptica para que se haya convertido en el principal foco de la contaminación en Madrid? Según han señalado organizaciones como Ecologistas en Acción, existen varios problemas asociados a este punto: la presencia de un colegio en la Plaza Fernández Ladreda, con el tráfico que conlleva en horas punta, o las paradas «informales» de autobuses en algunas centros de trabajo. Sin embargo, la principal causa de las aglomeraciones es la presencia de la A-42, la autovía Madrid-Toledo, y que supone uno de los principales accesos a la capital desde los municipios del sur de la capital.

Los cálculos del Área de Medio Ambiente y Movilidad, que lidera Borja Carabante, así lo demuestran. Entre las 8:00 y 9:00 horas, se calcula que circulan por su entorno 7.122 vehículos que realizan un total de 13.923 kilómetros. ¿El resultado? Un elevado índice de densidad de 9,95 vehículos por kilómetro que se desplazan a una velocidad media de 27,41 km/h.

Ahora, con las nuevas restricciones, el Consistorio estima que se «eliminarán» 1.472 vehículos, lo que permitirá disminuir en 2.585 los kilómetros que se realizan en la zona, e incrementar hasta los 38,9 kilómetros la velocidad. En resumen: alrededor de un 18% menos de coches circularán por Plaza Elíptica.

Dentro de este plan, se habilitará también un aparcamiento intermodal, con al menos 200 plazas, en el centro comercial Islazul. Un punto estratégico, a tres kilómetros de Plaza Elíptica, y que tendrá como objetivo la absorción de vehículos de los vecinos procedentes de los municipios del sur, como Móstoles, Fuenlabrada, Parla, Leganés, Alcorcón, etc. Así, se procederá a firmar el primer convenio de cesión entre el Ayuntamiento y el centro comercial más grande de Madrid.

Otras dos iniciativas se centrarán en ofrecer alternativas a los viajeros para evitar coger el vehículo privado. Por un lado, se ampliará la cobertura de varias líneas de la EMT: 035 (Plaza Mayor-Carabanchel Alto); 118 (Embajadores-Avenida de la Peseta); 401 E1 (Plaza de Cibeles-La Peseta-línea exprés 1); 108 (Oporto-CMT de Carabanchel), y la 155 (Plaza Elíptica-Aluche). Por otro, el plan concluirá con la construcción de un carril Bus-VAO en la A-42. Una vía por la que circulan diariamente 121.712 vehículos, 113.887 ligeros y 7.825 pesados. El Ayuntamiento va instará al Gobierno central a agilizar su construcción.

Las de Plaza Elíptica no serán las últimas cámaras que empezaran a funcionar en el plazo de pocas semanas. Más bien, serán casi las primeras. El próximo 1 de enero entrará en vigor la Zona Madrid Bajas Emisiones. Será entonces cuando quede prohibido el acceso y circulación de los vehículos sin etiqueta, no empadronados en Madrid, por las vías públicas urbanas del interior de la M-30, excluyendo la propia M-30.

La eliminación de los vehículos más contaminantes será progresiva, de forma que en 2025 no estará permitida su presencia en ningún rincón de la capital. Estén empadronados o no. Será entonces cuando toda la ciudad quedará declarada como Zona de Bajas Emisiones.