El banco ING pone cifras a la caída del precio de la vivienda en España

La guerra de Ucrania y la inflación galopante han provocado una tormenta perfecta sobre el mercado inmobiliario. Algo que se verá con claridad en los próximos meses. En todas las regiones y ciudades, pero especialmente en aquellas, como Madrid, Barcelona o San Sebastián, que han acumulado subidas constantes en los últimos años y que ahora tendrán más difícil mantener su escalada de precios.

Según las perspectivas de ING, el nivel de precios está cerca de un máximo y caerá en los próximos dos trimestres. La incertidumbre, la subida de los tipos de interés y la posible recesión leve a la que se enfrentará España a partir del próximo trimestre frenarán el aumento de los precios de la vivienda.

Con una tasa de inflación prevista del 4,4 % para 2023, el incremento real de los precios el próximo año será negativo (-3,4 %).

Según un reciente estudio ING Consumer Research, el 75 % de los españoles considera que los precios del mercado inmobiliario están sobrevalorados y el 72 % asegura que es difícil que se conviertan en propietarios de una vivienda en los próximos tres años.

Según la entidad, los últimos datos muestran que el aumento de los precios está empezando a enfriarse en todas partes, y es especialmente en la costa mediterránea y en las Islas Baleares y Canarias donde más se ha ralentizado.

El informe de ING, que ve probable que la economía española entre en una leve recesión a partir del cuarto trimestre de 2022, también estima que aún seguirán subiendo los tipos de interés para hacer frente a la escalada inflacionista y que el euribor podría alcanzar su punto máximo hacia finales de 2022.

Si la eurozona entra en recesión, también disminuirá la disposición del Banco Central Europeo a seguir incrementando los tipos de interés de forma acusada y es probable que los tipos hipotecarios, que también han subido mucho este año, sigan el mismo camino, añade al respecto.

En concreto, el banco ve probable que “el crecimiento de los precios alcance el 7% en 2022″, pero alerta de que “se ralentizará hasta el 1% el próximo año, lo que significa que el crecimiento nominal de los precios no podrá seguir el ritmo de la inflación, con una tasa prevista para 2023 del 4,4%”. Así pues, detalla ING, “el crecimiento real de los precios el próximo año será negativo (-3,4%)”.

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