Política

Éxito ambiental: Madrid celebra la calidad del aire

Mónica García toma oxígeno para atacar a Ayuso desde Moncloa. La confrontación parece ser que será la estrategia para ganar puntos con Sánchez

Las emisiones de NO2 no bajaron entre abril y junio en la Plaza Elíptica, Casa de Campo y El Pardo
Las emisiones de NO2 han bajado notablemente en la Plaza Elípticalarazon

La semana del encendido navideño en Madrid, el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, puede presumir de la calidad del aire en la capital por segundo año consecutivo. La bienvenida a las fiestas vino acompañada por la previsión de excelentes augurios al término del año, mejores incluso que en 2022, un éxito que revalidaría las políticas de gestión medioambiental. Madrid cumple desde este año con la directiva europea de calidad del aire, vigente desde 2008. Por primera vez, la capital ha verificado el protocolo europeo y no se han superado los límites de dióxido de carbono. Esta circunstancia ha permitido al alcalde demostrar a PSOE y Más Madrid que no tienen la bandera medioambiental como pretendieron escenificar la pasada legislatura. Los del partido de Errejón, apelando a las políticas de la ex alcaldesa Manuela Carmena, que no retornaron en el cumplimiento de los requisitos marcados por la UE. Por el contrario, el popular logró que Madrid no traspasara los umbrales de dióxido de nitrógeno (NO2) establecidos en la Directiva. Este año, volverá a hacerlo, según avanzaron a este periódico en el Consistorio. Además, por segundo año no se ha activado el Protocolo por contaminación que limita la circulación de vehículos, y la estación de Plaza Elíptica, la más contaminante, marca por debajo del límite de la UE.

Las cifras, a falta de poco más de un mes para terminar el año, constatarían el éxito medioambiental también frente a Vox que, junto al bloque de izquierdas, ha sido muy crítico con las medidas del Ayuntamiento. Los de Abascal han puesto tradicionalmente la lupa en los cierres al tráfico aplicados desde el Consistorio por considerarlos una «copia» del Madrid Central de Carmena. Madrid 360, la apuesta de Almeida en 2019, transformó la estrategia de la ex regidora con el «Distrito Centro» actual. Las medidas aplicadas desde entonces han contribuido a la disminución del NO2, el principal contaminante atmosférico y cuya fuente fundamental es el tráfico rodado. La mayoría absoluta permite al alcalde aprobar proyectos esta legislatura sin necesidad de los apoyos de la pasada y los buenos datos de calidad del aire le dan oxígeno para conformar un discurso frente al bloque de izquierda y sus pancartas.

La tala de árboles y los cantones de basura han sido algunas de las últimas protestas contra las políticas del PP en el Ayuntamiento. La marea amarilla ya intentó influir sin éxito en los resultados electorales de las pasadas elecciones autonómicas y municipales. Tampoco las batas blancas lideradas por Mónica García lograron restarle un voto a la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, que arrasó en la región. La hasta ahora portavoz de Más Madrid en la Asamblea juró su cargo esta semana como ministra de Sanidad del Gobierno de Pedro Sánchez. Como preveían en la Cámara madrileña, García fue nombrada ministra por la cuota de Sumar, la amalgama de siglas del partido de Yolanda Díaz que incluye a Más Madrid. Entienden en las filas populares que su salida forma parte de las «huidas» habituales de los candidatos de la izquierda en la región donde no gobiernan desde hace más de 25 años.

Pablo Iglesias, que dejó la Vicepresidencia del Gobierno para ser candidato a presidir la Comunidad, no permaneció ni un día en la oposición. Su «huida» terminó laminando a Podemos de la Asamblea. Tampoco triunfó Iñigo Errejón. Su hasta ahora representante en Madrid ha optado por una cartera ministerial antes que seguir cuatro años más haciéndole oposición a Ayuso.

Pese a que las competencias sanitarias están transferidas a las comunidades autónomas, desde el Ministerio, García puede influir en la solución a algunos problemas del sistema que vienen reclamando las comunidades autónomas, especialmente, Madrid.

La tensión entre la popular y la líder de Más Madrid ha sido una constante durante la pasada legislatura y hasta la entrega de carteras, continuos los rifirrafes en la Asamblea, sobre todo, a cuenta de la sanidad madrileña. La anestesista lideró las protestas de la izquierda frente a Ayuso en la precampaña electoral en la que la presidenta sacó una absolutísima mayoría en la región. Su presencia en las movilizaciones le dieron un altavoz que supo aprovechar para colocar a Más Madrid como partido líder de la oposición desde donde fraguarse su propia imagen. Ahora, la confrontación con la dirigente del PP desde la atalaya nacional parece que va a seguir siendo su estrategia para ganar puntos en el Gabinete de Sánchez. Ya lo intentó ayer, asegurando en TVE que «no hay ninguna duda» de que los protocolos de derivación «impidieron a muchos de los mayores de las residencias ser atendidos en un hospital». Lo hizo después de que Ayuso le reclamara que «ejerciera su cargo» trayendo médicos a España, abriendo facultades de Medicina y reduciendo las listas de espera «en el resto del país». Mónica García ya no ocupaba su escaño en la Asamblea madrileña el jueves, pero se dejó notar. Ayuso felicitó a la nueva portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot, que quiso dejar claro que la ministra sigue mandando en su Grupo parlamentario. El Gobierno tiene «a la mejor ministra de Sanidad que podría tener», dijo para centrar el debate en la sanidad madrileña, la obsesión de su formación, que ahora está «al servicio de Madrid y de España».