Cine
Mi marciana favorita
Tras el fenómeno logrado con «Crepúsculo», la escritora se pasa a la ciencia ficción con «La huésped», una cinta con la que espera revalidar el taquillazo logrado con la saga de los vampiros
Es alta y luce un tipazo envidiable. Cuando escribió el primer libro de la saga «Crepúsculo», por su cabeza rondaba la idea de que estaba delante de un material susceptible de convertirse directamente en carne de pantalla y, además, de reventar la taquilla. Cada una de las entregas ha dado en la diana. Concluido el capítulo vampírico, Meyer ve ahora cómo otro de sus grandes éxitos, «La huésped», ha traspasado las páginas para llegar al cine. Las cifras la avalaban: la novela se publicó en 2008 y estuvo 26 semanas en el número uno de la lista de los libros más vendidos según «The New York Times» y 36 en la de «Los Angeles Times».
Aunque comparte el mismo tono romántico que la serie que le ha dado fama mundial, se sitúa dentro del género de la ciencia- ficción: ha cambiado a los vampiros y los hombres lobo de sus novelas anteriores por invasores del espacio exterior. El argumento gira alrededor de una raza extraterrestre que se apodera de la mente de los humanos aunque deja sus cuerpos intactos. Sin embargo, no todo resultará tan sencillo para los invasores: una chica llamada Melanie Stryder (Saoirse Ronan) se niega a entregar tan fácilmente su mente. Si en «Crepúsculo» la figura geométrica estaba concebida como un triángulo amoroso aquí se convierte en cuarteto entre Melanie, el alien que la posee y los dos jóvenes que se enamoran de ella, interpretados por Max Irons y Jake Abel. La cinta, inevitablemente, ha sido comparada con «Crepúsculo», aunque la escritora espera que destaque por sí misma y atraiga a un público diferente. En el hotel «Four Seasons» de Los Ángeles hablamos con el director, Andrew Niccol, y con la escritora.
–¿Que es lo que más le atrae del género de ciencia ficción?
–Andrew Niccol: Déjame decirte, en primer lugar, que no estaba seguro de que este filme pudiera ser enmarcado dentro de dicho género, porque no hay naves espaciales. No se trata de ciencia ficción en el espacio. Lo he amoldado a mis planteamientos y le he dado mi forma.
–Plantea en su libro una situación un tanto apocalíptica. ¿Por qué se decidió por Niccol?
–Stephanie Meyer: Su realismo es lo que hizo que le admirase en «Gattaca». La vi en el cine e inmediatamente pensé en él para ponerse al frente de «La huésped». Posee un enorme talento para la ciencia ficción. Era fundamental que se supiera interpretar bien mi novela y él resultó perfecto.
–A.N.: La ambigüedad que destilaba el libro es lo que me atrajo. Igual que ocurre en «Gattaca», que no hay buenos ni malos.
–¿Qué opina del mundo romántico que ha creado Meyer en este escenario futurista?
–A.N.: Me interesaba representar su idea del amor romántico, pero hay uno más grande que coexiste entre las especies de otros mundos. Me interesan los grandes temas, te puedes quedar solamente en el romanticismo; sin embargo, hay muchas más ideas que subyacen en este filme.
–Es imposible no comparar «La huésped» con «Crepúsculo». Si ésta le llegó en un sueño, ¿de qué manera lo hizo aquélla?
–S. M.: En un viaje en carretera por el desierto. El paisaje era insufrible y estaba realmente aburrida. A veces me cuento historias cuando no puedo leer, me las invento. Me empezaron a surgir ideas mientras conducía, hasta el punto de que tuve que parar para anotarlas. Pensé que tal vez podría hacer algo con todo aquello. Como escritor, necesitas encontrar una historia interesante que despierte tu curiosidad.
–¿Cuál es su balance como productora?
–S. M.: Excelente. Hemos hecho una gran película de la que estoy muy orgullosa.
–Ha dicho que se siente responsable de la locura que rodea a los actores protagonistas de la saga «Crepúsculo».
–S. M.: Quiero que se entienda bien. Me siento responsable de muchas de las cosas que les han ocurrido. Ellos decidieron rodar las películas basadas en mis libros y se convirtieron de la noche a la mañana en fenómenos de la cultura popular. Ahora no pueden caminar por la calle, viven aislados, sus actuaciones se miran con una lupa. Me siento mal por ellos, aunque no puede negarse que se han convertido en cotizados intépretes precisamente por estos papeles. No todo ha sido malo.
–¿Echa de menos el mundo de los vampiros?
–S.M.: No, la verdad. Llevo tiempo esperando que eso me ocurra, aunque aún no siento nostalgia por la saga. Tal vez en el futuro me ocurra, pero por el momento no echo de menos ni a Edward ni a Bella. Me pregunto si ellos sentirán lo mismo por mí.
–Los protagonistas de «La huésped» poseen más fuerza, son valientes. ¿Fue una reacción a las críticas que recibió por la simpleza del personaje de Bella?
–Inicialmente el público recibió, en general, bien a Bella, fue después cuando llegaron las críticas. Es una mujer sumamente valiente y si la colocáramos en la situación de Melanie, sola en el mundo, sería mucho más fuerte que ella. Pertenece al mundo civilizado, mientras que Melanie lucha contra los alienígenas. Sus situaciones son diferentes. Y no, no fue una reacción.
–¿Por que eligieron a Saoirse como protagonista?
–A. N.: Llevo tiempo siguiéndola y me interesaba su trabajo. Es versátil y con un físico espectacular.
–¿Encuentra similitudes entre ella y Kristen Stewart?
–S.M.: Son actrices diferentes. ¿Qué les une? Ambas trabajan en la misma industria, son guapas, populares y poseen una legión de fans. Saoirse tiene la misma edad en «La huésped» que Kristen cuando rodó la primera cinta de la saga. Por lo demás, no creo que les unan demasiadas cosas en común.
Diane Kruger, una extraña entre nosotros
Diane Kruger (en la imagen) da un giro en su carrera cinematográfica y confiesa con una media sonrisa que no había leído los libros de Meyer, y, concretamente «La huésped», antes de aceptar el guión, aunque su interés por la ciencia-ficción jugaba a su favor: «Es un género que me encanta y, aunque nadie me vea en él, me interesa mucho. Como director, Andrew Niccol me parece interesante y, por supuesto, participar en una película, basada en un libro de Stephenie Meyer significaba un plus. No tiene nada que ver con lo que he hecho hasta ahora. Participar en una cinta dirigida a los adolescentes le añadía un plus que me resultaba divertido», afirma la intérprete, quien durante toda la película luce prendas de color blanco: «Yo tuve poco que ver en la elección. Fue el director quien se encargó de la imagen de mi personaje porque tenía claro lo que quería. Créeme que si hubiera sido por mí no habría elegido ese color para rodar en el desierto. La arena se pegaba a mis pantalones y no podía sentarme porque se arrugaban, fue una pesadilla», comenta. Encarna a una villana, el personaje antagonista al que da vida Saoirse Ronan: «Me divertía ser la líder y no seguir los dictados de un hombre. Y decirle al mundo lo que tenía que hacer», comenta.
ÉXITO LLAMA A ÉXITO
Seguramente que la escritora (en al foto) no se sorprenderá si «La huésped» se convierte en un taquillazo. Tiene al público juvenil de su lado. De ahí que ya se haya pensado en llevar la trilogía a la pantalla. Si las recaudaciones de «Crepúsculo» fueron desorbitadas, Stephenie Meyer no cree que esta nueva novela se quede atrás, pero desea puntualizar: «No me mueven los taquillazos para escribir; de hecho, son las ideas que me surgen las que plasmo en mis libros, no voy con un planteamiento preconcebido o trabajo al dictamen de una editorial», comenta. El productor de «La huésped», Nick Wechsler, recuerda el momento en que recibió una llamada de la agencia de la autora preguntándole si estaba interesado en hacer una cinta basada en la novela. «El argumento y el concepto del libro me llamaron mucho la atención. No entendía cómo nadie había comprado los derechos de un superventas así», explica.
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