Religion

Los españoles se confiesan mayoritariamente católicos

La edad es un factor determinante en la cercanía o no al hecho religioso. Solo un tercio de los jóvenes se reconoce fiel al credo romano

Lorente Ferrer

El artículo 16 de nuestra Constitución de 1978 es garantía de la libertad religiosa para todos los ciudadanos españoles. En su punto 1 se puede leer: «se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades». Y en su apartado 3 se menciona explícitamente a la religión Católica: «Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones».

Desde la entrada en vigor de nuestra Ley Fundamental en 1978, el Estado se convierte en aconfesional, que no en laico, como algunas interpretaciones refieren de forma equivocada.

La amplísima mayoría social es de culto católico, lo que supone una circunstancia que obliga al Estado con toda lógica a mantener una privilegiada relación con esa Iglesia romana que representa la fe de millones de personas en la nación. El último estudio del CIS publicado esta misma semana registra que el 56,6% de los españoles, es decir, 27 millones de los 47.7 se autodefinen como católicos, practicantes o no practicantes, pero católicos al fin y al cabo.

Los que profesan otra religión son una minoría, ya que solo representan al 2,6% de la ciudadanía. Agnósticos y no creyentes suman el 23.8%. Mientras que los ateos suponen el 14,8% en la actualidad.

Estos datos muestran la diversidad religiosa de los españoles, pero sobre todo resaltan la abrumadora mayoría de católicos españoles.

El Departamento de Estado de EEUU, en su informe «Reporte Internacional de Libertad Religiosa de 2016», cifraba en 1.285 millones el número de católicos en el planeta, lo que representaba el 14,9% de la población mundial. México y Estados Unidos son los dos países con más católicos, 90,2 y 55,7 millones, respectivamente. Es decir, el 77,7% y el 25,9% de sus poblaciones.

En Europa, es Italia con un 82,0% de católicos y 49,6 millones, la que encabeza la relación de implantación popular del catolicismo. Está seguida por Francia con el 75,0% y 48,3 millones. España ocupaba el tercer puesto de esta clasificación.

Los españoles muestran comportamientos diferentes ante la religiosidad en función de su edad. Oscilan del 33,6% entre los 18/24 años y el 71,9% entre los mayores de 64 años. A medida que avanza la edad, se incrementa el porcentaje de ciudadanos que se reconocen en el credo mayoritario de nuestro país.

La distribución de la población por tamaño de hábitat nos muestra diferencias importantes en los núcleos de más de un millón de habitantes con respecto al resto. En estas grandes concentraciones el sentimiento religioso es menor, ya que tan solo el 49,3% se define como católico. Que contrasta con 58,0% de media en las poblaciones de 50.000 a un millón de habitantes. Y aún más con el 62,2% de los pequeños núcleos de hasta 2.000 habitantes.

Ideológicamente es el electorado del PSOE, con un 53,5% de votantes católicos, el que más se asemeja a la media nacional, que es del 56,6%. Contrasta con los católicos de UP, que únicamente representan el 19,2% de los morados. Acompañar a UP en sus aventuras anticlericales no es un buen negocio electoral para los socialistas. Mientras que las derechas presentan porcentajes semejantes de católicos, del 84,9% en el PP y del 77,0% en el caso de VOX.

En la Memoria Anual de Actividades presentada por la Conferencia Episcopal en mayo de 2021. La cifra recaudada vía IRPF, casilla de la Iglesia Católica, experimentó un crecimiento del 5,6% con respecto al año anterior.

Por otro lado Caritas, que se financia con la otras casilla, la de fines sociales, atendió a 1,4 millones de españoles. En esta memoria se recoge que el número de matrimonios fue de 36.650 y el de bautizos alcanzó a 175.844.