Opinión
Aplicaciones ante impactos de asteroides…
Mis amables lectores han podido comprobar que con frecuencia me hago eco de noticias alejadas del epicentro político nacional, convertido prácticamente en la «madre de todas las batallas» por el actual sanchismo gobernante. Es una medida no solo conveniente por higiene mental, sino también porque afortunadamente hay vida fuera de la política, e incluso fuera de nuestro Planeta, como mínimo en las estaciones planetarias con tripulaciones humanas de ambos sexos, e incluso mixtas de rusos y norteamericanos pese a la guerra en Ucrania. La referencia espacial trae causa de las crecientes y sucesivas informaciones relativas a nuestro sistema solar, que la NASA y otros organismos de la comunidad científica astronómica nos vienen trasladando en los últimos meses y que tienen como elemento común la eventualidad de una amenaza grave para la humanidad, procedente del espacio. El riesgo planetario más probable estadísticamente es el del impacto con la Tierra de un asteroide de considerable tamaño a elevada velocidad, o el de una tormenta solar de gran intensidad. No se trata de ciencia ficción sino de ciencia astronómica y muy real, a la que los grandes países encabezados por los Estados Unidos dedican cuantiosos recursos económicos, bajo el paraguas de la exploración espacial al servicio de una eventual defensa planetaria. Prueba evidente de la realidad de esa amenaza son las últimas misiones de la NASA destinadas a un mejor conocimiento del anillo de asteroides existente entre Marte y Júpiter donde hay identificados más de 2.000 de más de 1km de diámetro potencialmente peligrosos. Ya hemos hablado de uno de ellos, el N- 433, denominado «Eros» y de 33km de longitud por 18 Km de ancho por su singularidad. Otra misión en la actualidad tiene por objetivo un mayor conocimiento de la luna galilaica de Júpiter, denominada «Io», y una más, investigar la posibilidad de desvío de la órbita de un asteroide en rumbo de colisión con la Tierra. No se trata de crear alarma ni temor infundados sino de conocer una realidad que está presente y tan evidente que hasta siguen colaborando estrechamente rusos y americanos sobre ello, conscientes de que los damnificados serían toda la humanidad que puebla la tierra. La última novedad conocida al respecto es una aplicación digital on line que permite conocer las consecuencias para cada ciudad del mundo de un eventual impacto en la misma por parte de una roca espacial. Las simulaciones con un impacto en Madrid de un objeto de 1 km son devastadoras para toda la península y países vecinos del norte y del sur. Que la Providencia siga velando por nuestra seguridad planetaria en este Nuevo Año.
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