1.100 millones...de momento

La unilateralidad del proceso de independencia catalán. esto es, el proceso de ruptura institucional iniciado por el nacionalismo catalán, provocó la fuga de casi 3.000 empresas de la región. Por sí solo, este dato no nos permite cuantificar el quebranto que ha supuesto la aventura secesionista para el conjunto de los catalanes: únicamente constituye un síntoma de que la desconfianza y la incertidumbre en la economía de la comunidad autónoma se han multiplicado y de que, como resultado, la actividad productiva ha tenido que paralizarse.

En principio, habrá que aguardar hasta la publicación de los datos del PIB del cuarto trimestre de este año para poder conocer el impacto en euros contantes y sonantes. Pero, de momento y a falta de elaboradas las cifras definitivas, ya empezamos a contar con algunas estimaciones adelantadas. Ayer mismo, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) dio a conocer un nuevo indicador cuyo propósito es el de anticipar la evolución del PIB en Cataluña.

Y lo que señala este nuevo indicador es que la economía de la región únicamente se expandirá un 0,5% en los últimos tres meses de este ejercicio: esto es, más o menos la mitad de lo que se expandió en los tres trimestres anteriores (1% en el primer trimestre de 2017, 1,1% en el segundo, y 0,9% en el tercero).

Por consiguiente, si hacemos caso a la AIReF y consideramos que Cataluña perderá alrededor de cinco décimas de crecimiento como consecuencia del «procés», ya podemos ofrecer una cuantificación adelantada del coste que éste terminará suponiendo para los catalanes sólo durante los tres últimos meses de este mismo año: 1.100 millones de euros, cerca de 150 euros por cabeza.

Por desgracia, y aunque tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución se haya conseguido una cierta estabilización de la sangría económica, es muy dudoso que las pérdidas detectadas se circunscriban al cuarto trimestre de 2017. Dado el fuerte shock que ha supuesto el «procés», resulta muy probable que el crecimiento del PIB catalán continúe por debajo de su potencial durante varios trimestres más, lo que todavía cebará más la factura de la declaración unilateral de independencia efectuada en la comunidad.