Política

Angel del Río

Agosto para no dormirse

Agosto para no dormirse
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Cuando se está a menos de un año de las elecciones, agosto no es un mes para relajarse, porque candidato que se duerme, se lo lleva la corriente. El descanso agosteño es como un duermevela, donde se cierra un ojo para intentar descansar y se mantiene abierto el otro para no perder de vista al opositor. Hace unos meses, los que aspiran a encabezar la candidatura por el PP a la alcaldía de Madrid, no sentían inquietud por las aspiraciones de Ana Botella. Pero las cosas han cambiado, en la medida que ha cambiado el ánimo y el deseo de la alcaldesa, que ha pasado de no tener en sus planes inmediatos el optar a la renovación del cargo. Botella está en la tarea de no dejarse llevar por el río revuelto de quienes interpretan que no le apetece ser la candidata. Cristina Cifuentes, que hasta hace poco pedía que apartaran de ella ese cáliz amargo, y pedía que la sacaran de las quinielas de «alcaldable», ha pasado ahora a otra situación, y aunque no se ha pronunciado abiertamente, ya no dice que quiere estar al margen de esa batalla que existe dentro del partido, por mucho que algunos lo nieguen.

En la casa de enfrente, en el PSOE, ocurre algo parecido. Antonio Miguel Carmona, rehuía cuando se le preguntaba si entraría en la batalla de su partido para ser el candidato a la alcaldía, pero ahora deja aflorar ya su ilusión, y está dedicando sus vacaciones a realizar una especie de campaña de promoción, con una agenda que se aproxima a la de un candidato en ciernes. En Izquierda Unida hay calma chicha después de que Angel Pérez haya decidido irse, literalmente al paro, pues según me confiesa, no tiene excedencia en Metro, la empresa en la que trabajaba antes de dedicarse a la política. Este mes de agosto está resultando atípico, nada relajado, porque no se puede perder de vista al enemigo; el otoño caliente está a la vuelta de la esquina.