Cástor Díaz Barrado

Alternativa para Alemania

La Razón
La RazónLa Razón

Los buenos resultados que ha obtenido el movimiento populista alemán en las elecciones regionales es preocupante para el futuro de la Unión Europea. Esto supone un peldaño más en el camino de lo que está sucediendo en Europa y que está teniendo expresiones significativas en países como Francia o España. Desde posiciones ideológicas diferentes, se va extendiendo la idea de que es preciso reducir los efectos del euro o acabar, directamente, con la moneda única. En la actualidad, la UE no podría sobrevivir, como proyecto de integración, sin la existencia de esta moneda y sin que se dieran los aspectos políticos de la integración. La ciudadanía de la Unión comienza a estar en entredicho desde el momento en el cual movimientos populistas y nacionalistas adquieren protagonismo en las políticas nacionales. Esto supone, con toda seguridad, la pérdida de los derechos que trae aparejada consigo la ciudadanía y representa una vuelta a las identidades puramente nacionales. La diversidad cultural se ve empobrecida por posiciones de este tipo y no podemos descartar que entre un proyecto, minuciosamente elaborado a lo largo de más de sesenta años, comience a experimentar retrocesos. La única alternativa posible para Alemania es avanzar más en la integración europea y no apoyar, en modo alguno, posiciones nacionalistas. Resulta sorprendente que la «crisis de los refugiados» haya tenido un impacto de esta índole en la política alemana. La defensa de los valores de la Unión es el mejor antídoto contra las posiciones populistas y nacionalistas. Los defensores de la Unión Europea deberemos estar muy atentos a lo que vaya aconteciendo, políticamente, en los principales países de la Unión, pero, infortunadamente, todo apunta a que los contrarios al proceso de integración europea van ganando terreno. La extensión de posiciones políticas, como la que defiende Alternativa para Alemania, no es una buena noticia para quienes, durante largo tiempo, han ido tejiendo una red de vínculos, que creíamos inescindibles, entre los europeos.