César Lumbreras

El fracaso de Hogan

La Razón
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Están a punto de cumplirse dos años desde que el irlandés Phil Hogan se hizo cargo de la comisaría de Agricultura y su balance no puede considerarse positivo, sino todo lo contrario, un rotundo fracaso. Al paso que va, y de no cambiar las cosas mucho, lo más seguro es que termine haciendo bueno a su antecesor, el rumano Ciolos, que se sacó de la manga una reforma de la Política Agraria Común con la que complicó la normativa todavía más, hasta el punto de que ahora mismo está en marcha un proceso para «simplificar» lo que se enredó.

Es verdad que Phil Hogan ha tenido que enfrentarse a un escenario muy complicado con la crisis en el sector lácteo, que ahora se está desviando hacia el vacuno de carne y los cereales, a la que hubo en su momento en el porcino y a las consecuencias del veto ruso. Pero también es una verdad como un templo que, a fecha de hoy, las medidas que se han adoptado no han servido para solucionar el problema del sector lácteo.

Puede que toda la culpa no sea del comisario europeo, sino que también tenga que ver que en las sucesivas reformas de la Política Agraria Común se han desmantelado los instrumentos de gestión de los mercados. En cualquier caso, quien ha estado al frente de esta comisaría ha sido, y es, Hogan, y a él, junto a su equipo y a los ministros de Agricultura, habrá que pedir responsabilidades.

Por cierto, que Hogan viene de nuevo a España esta semana y acudirá a un acto en Toledo con representantes de la sociedad civil. Se supone que la organización de este viaje, sin muchos pies y ninguna cabeza, habrá corrido a cargo de la Oficina de la Comisión Europea en Madrid. ¡Pues se han lucido!