El Papa y Europa

La semana que hoy comienza va a estar marcada por el tema Europa; se cumplen ahora sesenta años de la firma en Roma de los Tratados que lanzaron la Comunidad europea del carbón y del acero (CECA) y el Euratom que, años más tarde, darían nacimiento a la Comunidad Económica Europa (CEE) y por fin a la Unión Europea (UE).

Los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 países que hoy forman la UE vendrán a Roma para festejar una efemérides que debe infundir nuevas energías a una Europa en crisis. Todos serán recibidos el viernes 24 por el Papa Francisco en una audiencia que se celebrará en la Sala Reggia del Palacio Apostólico espacio reservado a las ceremonias más solemnes.

Para el argentino Bergoglio esta va a ser la tercera oportunidad de exponer sus ideas sobre Europa. La primera tuvo lugar el 25 de noviembre en Estras-burgo ante el Parlamento Europeo y produjo estupor que hablase de una «Europa abuela, que ya no es fértil ni vivaz». Horas después recibió una airada llamada de la canciller Angela Merkel pidiéndole explicaciones. La segunda oportunidad se le presentó cuando en mayo del 2016 le concedieron el premio Carlo Magno que recompensa a personas que han trabajado por la paz y la unidad de Europa. Esta vez su discurso tuvo tonos más positivos aun cuando no dejó de subrayar que el viejo continente debería ser capaz de alumbrar «un nuevo humanismo basado en tres capacidades: la capacidad de integrar, la de dialogar y la de generar».

Hay gran expectación por la alocución que el Pontífice pronuncie ante los líderes europeos en un momento particularmente agitado y sombrío del escenario europeo e internacional. Sin duda abordará estos tres retos: los flujos migratorios, la lucha contra la violencia y el terrorismo, la construcción de una sociedad con menos desigualdades socio-económicas y más integradora. Son argumentos que Francisco ya ha tratado en diversas ocasiones pero pocas veces como esta sus oyentes serán tan cualificados y tan capaces, si se lo proponen, de dar soluciones positivas a los desafíos antes citados.