Selección Española

Iniesta

La Razón
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«Nunca lo he hecho ni lo haré, valorar públicamente situaciones tan complejas y con sentimientos tan diversos, pero esta situación que vivimos actualmente es excepcional y una cosa sí tengo clara, antes de que nos hagamos más daño: dialoguen. Los responsables de todo, dialoguen. Háganlo por todos nosotros. Merecemos vivir en paz». Mensaje conciso, emotivo, directo, necesario e imprescindible de Andrés Iniesta a toda la población civil y militar en estos tiempos de cólera, que arrimas una cerilla a un vaso de agua y estalla. Iniesta ni siquiera ha aludido al deporte, a los vínculos del fútbol, más allá de la pasión, la disensión o la opinión encontrada. Viene de perlas un poco de mesura, de comedimiento, ¡bálsamo verbal!, más aún si proviene de un héroe nacional. Hecho el inciso, lo que se está cociendo a fuego lento y huele que alimenta es la clasificación de España para el Mundial’2018.

En dos partidos, la solución definitiva. El primero, este contra Albania en Alicante. Con una victoria bastaría porque, aunque todavía hay que jugar en Jerusalén con Israel, la diferencia de goles con respecto a Italia es tan favorable (+17) que con tres puntos sellaría España el visado para Rusia. El Rico Pérez va a reventar de público; la expectación es máxima y lo adecuado es rebajar la tensión con Piqué, que compite en la Selección. La clasificación está en juego y no conviene distraerse del objetivo.

Alejado de la cosa política, en pocas palabras y con ese trazo suyo que encandila en cada toque de balón, Iniesta ha señalado el camino y vuelve a marcar el gol definitivo: «Merecemos vivir en paz».