La conexión BBC

Después de ocho goles reapareció el mariscal Alonso para imponer orden y cordura en el partido, que estaba desatado. Desde el banquillo fue testigo de la conexión BB –Benzema/Bale–, a la que se unió en el transcurso Cristiano, con lo que la conexión amplió la frecuencia a BBC. Bale, en la derecha, la demarcación de donde nunca debió salir, demostró olfato goleador (dos) y visión de la jugada, al intervenir directamente en otros tantos. Le sobró el piscinazo del minuto 73, descubierto tras la enésima repetición televisiva. Benzema cuajó un encuentro espléndido; destapó el tarro de esa calidad innata en él, alguna vez evasiva, hizo dos goles y fue el mejor socio del galés. Ambos sentaron la base del triunfo y Cristiano se sumó a la sociedad para dejar su impronta realizadora: tres veces acertó en la diana y bajó el cierre con 7-3, gozo del espectador, suplicio de entrenadores, marcador que acogotó al Eintracht en el 60 y goleada de otros tiempos, de cuando BB era un símbolo sexual. Hoy es «fútbol-conection».