Restringido
La gran batalla por el balón
El clásico del Santiago Bernabéu se convierte en la gran batalla por el balón y el control del juego. El conjunto de Carlo Ancelotti, que no podrá contar con Bale, intentará plantar cara en una zona habitualmente dominada por el «enemigo».
- MÁS CONTROL
En el Real Madrid, obligado por la ausencia de Bale, el atómico, se rompe la BBC y eso hace que pierda su velocidad letal, el vértigo. Sólo Cristiano Ronaldo garantiza los contragolpes. Con el plan B, Ancelotti busca el control, el dominio del partido en la zona del campo donde el rival es «experto». Los «cracks» del Madrid, esta vez sí, aceptan el reto de intentar tener el balón. El test de Anfield en la Liga de Campeones da confianza, pero el enemigo de hoy tiene una sala de máquinas con mucho más peso que la de los ingleses. Por tanto, la prueba de hoy es mucho más exigente para los «jugones» blancos.
- EL PASILLO IZQUIERDO BLANCO
Ventajas del Madrid: el pasillo izquierdo, donde se juntan Marcelo, Isco y Cristiano. Además, Benzema, por la espalda del mediocentro (Busquets) recibiendo en la plataforma y dando opciones para la llegada de la segunda línea. Las desventajas: debe haber muchas ayudas entre líneas para evitar el juego interior del Barça. Los centrales del Madrid se encuentran sin referencias, no tienen «carne» y eso te hace enloquecer porque, de repente, entran en paredes desde segunda línea, con ventaja. Otra clave para el equipo local es el juego aéreo: puede ser desequilibrante, letal.
- EL BARÇA, FIEL A SÍ MISMO
El Barcelona será fiel a su estilo. Los inicios (salida del balón) son intactos tanto si el Madrid presiona como si se repliega. Tiene varias vías para comenzar la jugada: con línea de tres (Busquets entre los centrales) o salir directamente con los laterales. Objetivo: la salida limpia con el balón. A partir de ahí, su sala de máquinas a todo meter, a tocar, buscando sus socios del juego interior. Messi y sus conexiones con el resto, decisivas.
- MESSI, MUY SUELTO
Ventajas para el Barcelona: los laterales, con espacio de ida y opción de llegada. Messi solo entre líneas, sin hombre a hombre (alto riesgo), para la conexión con Neymar o con Iniesta (¿Suárez?). Las posesiones largas en zona media, garantizadas: no hay «press» exigente por las características de los medios del Madrid. Desventajas: el pasillo derecho, muy frágil. La zona de Alves, sin ayudas y a veces descolgado, es vulnerable. Por ahí, la velocidad de Cristiano con espacios, simplemente con un pase largo, es indefendible. Isco entre líneas tendrá sitio y James, en diagonal hacia dentro, creará problemas, aunque todo basado más en acciones individuales que en el concepto colectivo. Clave azulgrana: evitar faltas «tontas» y saques de esquina (con opción a centro y segunda jugada de rebote). La sombra de Luis Suárez pasa sobre el Bernabéu. Su hambre condicionaría una modificación en la sala de máquinas que obligaría a Messi a retrasar su posición como cuarto volante. A cambio, ganan el instinto asesino de Suárez.
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