Martín Prieto
La yihad
El ajedrez musulmán tiene demasiadas figuras para poderlas digerir: una descolonización atroz en satrapías, el quiste entre Israel y Palestina, la destrucción de Líbano, la teocracia persa, la ilusoria Primavera Árabe, Afganistán siempre en la casilla de salida, una vigorosa nación kurda sin Estado, el islamismo moderado (¿) de Erdogan en Turquía, la subnormal segunda guerra de Irak, o el salafismo en sus diferentes modalidades sobre la lectura mecánica del Corán. Literalmente yihad es esfuerzo, y unos lo aplican a profundizar el islam y otros, a destruir la civilización occidental judeo-cristiana, que tienen por corruptora. Es el Corán contra los pueblos del Libro. En España no es fácil dar con un Corán en español, decentemente traducido y sin interpretaciones. Se recomienda la excelente traducción literal de nuestro olvidado Rafael Cansinos Assens (tío carnal de Rita Hayworth), imprescindible para penetrar en los arcanos de los yihadistas. En uno de sus buenismos Zapatero patrocinó una alianza de civilizaciones cuando estaban calientes los trenes de Atocha, y logró introducir la ocurrencia en la agenda de las Naciones Unidas dotándola con fondos estatales, aunque de algo tan políticamente correcto no volvió a saberse nada, a Dios gracias. Las civilizaciones chocan, pueden malconvivir un tiempo e inevitablemente unas mejor equipadas intelectualmente prevalecen sobre las otras. Las religiones del Libro han sido excluyentes en algún momento de la Historia y al finalizar la Guerra Fría surgieron principalmente el GIA en Argelia, Al Qaeda y ahora el Califato expansivo entre Siria e Irak, sumidos los tres en su propia Edad Media. Lo de París sucede al derribo del avión ruso sobre el Sinaí (con más muertos) y es una respuesta peligrosamente rápida a los bombardeos de Putin y Hollande. No enfatiza el presidente galo al tener la matanza parisina por una acción de guerra.
El bajo y blando vientre de Europa, en definición de Churchill, nunca ha estado tan expuesto y desvalido desde el final de la IIGM. La emigración masiva por la triple guerra en Siria no sólo ha creado desavenencias europeas sino que habrá metido en el continente lobos solitarios o manadas de ellos porque el Califato no iba a desaprovechar esa oportunidad. Los significados de libertad, igualdad, fraternidad no les dicen nada, y siendo el Corán un código civil y penal la democracia es innecesaria cuando se ostenta la fe. Releamos esta sura coránica pensando en España: «Allá de donde os hayan echado, volved y matadlos a todos». Es la yihad.
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