Política

Ely del Valle

No ha defraudado

No ha defraudado
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Le ha costado dos meses ir al Parlamento desde su confesión y para lo que ha habido que escuchar, se podría haber ahorrado el viaje. Sin salirse del guión, Pujol se ha extendido en la novela de su vida dejándonos con las ganas de conocer también su «milagro» de los panes y los peces. A parte de esa curiosa explicación de que mantuvo el dinero fuera de los circuitos patrios por si el proyecto que quería para Cataluña «fracasara por falta de recursos económicos y de ayuda de origen internacional», lo interesante de la comparecencia de este viernes no ha sido tanto la homilía de don Jordi como la defensa descarada que ha hecho de ella el portavoz de CiU que no ha tenido ningún empacho en dirigir sus dardos hacia los representantes de PP y Ciudadanos que, qué casualidad, son los únicos partidos que se oponen frontalmente a la celebración del referéndum independentista.

Turull, más tocayo que nunca de Pujol, ha intentado darle la vuelta a la tortilla, cosa harto complicada cuando al mismo tiempo hay que estar pendiente de cubrirse las espaldas a base de insistir en que el origen de la desafortunada fortuna del ex honorable afecta exclusivamente a su esfera personal.

No es cierto que la comparecencia de Pujol haya defraudado más de lo que él mismo ha confesado que ha hecho con Hacienda porque todos sabíamos lo que iba a decir, que ha sido nada. A cambio, la «performance» ha cumplido con todo lo que se esperaba de ella incluida la pataleta del protagonista, el ataque boomerang a quienes intentan sacar algo en claro de este escándalo y la defensa cerrada de los suyos. La parte del sainete político ya está cubierta.