Restringido

Obstáculos para Sánchez

La Razón
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Dice el dicho castellano que «a perro flaco todo son pulgas». La carrera de Pedro Sánchez para alcanzar La Moncloa se ha convertido en un duro cross campo a través. Los obstáculos aparecen por doquier y las sorpresas suelen ser desagradables. Las encuestas no son halagüeñas, es más, suelen dejar al PSOE compitiendo por la segunda plaza. Siempre había competido por llegar primero y ahora se conformaría con llegar segundo. La línea roja de los cien diputados que nunca se había rebajado se antoja ahora una dura barrera difícil de superar. Tensas relaciones con la prensa por no aceptar preguntas o aceptar un par para guardar las apariencias, falta de frescura en las entrevistas, escasa cintura ante los retos políticos, poca –o nula- comunicación con algunas federaciones, mal rollo con algunos candidatos, elección de candidatos sin consultar a los barones, negativa a acudir a algunos programas de radio y televisión, son parte de la ristra de problemas que arrastra Pedro Sánchez a poco más de un mes del 20 de diciembre. En el PSOE mantienen un discreto silencio público aunque más de uno, y de dos, está pensando en la madrugada del día 21. Esa noche el socialismo puede vivir su particular noche de los cuchillos largos.

«Pedro va de sobrado», comentaba un dirigente socialista que está «preocupado por la situación a la que nos vamos a abocar». Hacía estos comentarios a LA RAZÓN antes de que estallara la última en Can Ferraz. La jueza de los ERE abre diligencias a los ex presidentes de la Junta, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, y a más de 50 altos cargos de sus gobiernos, incluidos consejeros y viceconsejeros. Sánchez conoció su nueva patata caliente de viaje en Bruselas. En el PSOE se refugian bajo el argumento de que «la juez abre diligencias para agilizar el proceso y dirimir si debe archivar o no la causa, para poner punto y final al limbo judicial en el que están los encausados».

Sin embargo, el auto de la juez es duro. Muy duro. Primero, es una pieza separada de la macrocausa en la que hay, al menos hasta hoy, otras seis investigaciones. Segundo, Chaves y Griñán están imputados por el Supremo. Tercero, la juez abre diligencias para investigar si hubo prevaricación al diseñar el procedimiento de los ERE. Cuarto, la juez dice en su auto que la partida inicial de los ERE se consignó de forma ilegal. Sánchez afrontó el primer round de este caso provocando la dimisión de Chaves como diputado y la retirada de Griñán del Senado. En una entrevista a LA RAZÓN, recién elegido secretario general, dijo que no le temblaría la mano para actuar «se llamen como se llamen» los imputados.

De momento, mantiene la callada por respuesta pero pronto Sánchez tendrá que actuar. En puertas de las generales sí, un mal momento, pero ¿hasta cuándo se puede ser militante socialista si estás imputado, con diligencias abiertas y con un juicio previsto para 2016? ¿Cuándo es el momento de actuar?