Saber hablar

Al líder de Podemos se le puede atribuir ser populista, demagogo y otras muchas cuestiones, pero no se le debe negar dotes para aprovechar la oportunidad y cierta habilidad en la táctica política.

En ese sentido, el Sr. Iglesias ha tratado de situar la moción en el kilómetro cero de un nuevo camino en el que invita insistentemente a participar al PSOE, incluso «respetando la representación numérica superior de los socialistas».

El PSOE ha sorteado la moción de censura de la mejor manera posible y ha sido necesario hasta la pericia en discursos de algún ex jefe de gabinete, aunque lo peor viene de ahora en adelante.

Durante meses el discurso político del Partido Socialista se ha ido «podemizando», ya veremos si es capaz de volver al lugar al que está viajando Podemos. Insistir en la idea de que el «PSOE vuelve a ser de izquierdas» es como decir que ha dejado de serlo en algún momento y eso es, además de una infamia, supone una torpeza en grado superlativo.

Ya pasaba en los tiempos del Sr. Julio Anguita y el Sr. Iglesias busca la desaparición del PSOE para quedarse con su espacio electoral y con alguien que quiere eliminarte no se pueden hacer planes.

En relación a algunas intervenciones referidas a la política territorial del Estado, me viene a la cabeza la archiconocida frase atribuida a D. Manuel Azaña: «No me importa que un político no sepa hablar, lo que me preocupa es que no sepa de lo que habla».